El Banco Central anunció oficialmente el swap de monedas con el Tesoro de Estados Unidos, pero desde la propia entidad monetaria admiten que la activación de los diversos tramos no será inmediata y que no impactará de manera automática en las reservas brutas. "El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anuncia la suscripción de un acuerdo de estabilización cambiaria con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, por un monto de hasta USD 20.000 millones", dijo el comunicado oficial de la entidad.
Se trató del primer anuncio formal de alguna de las herramientas del salvataje que Javier Milei y Luis Caputo se encuentran todavía negociando con el gobierno de Donald Trump. Ciertamente supone un avance, ya que no se emitiría un comunicado así sin la autorización de Washington.
Las incógnitas que deja el anuncio del swap con Estados Unidos
Aun así, lo cierto es que, por ahora, parece ser más bien otro anuncio del anuncio, pensado para intentar calmar a los mercados en la previa de su apertura, pero sin consecuencias inmediatas. En este sentido, llama la atención que el Tesoro de los Estados Unidos no haya emitido, por ahora, un comunicado propio que anuncie el swap de su parte, ni que tampoco realizase ninguna declaración su titular, Scott Bessent.
Estrictamente, el comunicado del Banco Central no anuncia la activación del swap en sí, sino un acuerdo que "establece los términos y condiciones" para la realización del swap posteriormente, por lo que no indica cuándo podría producirse, efectivamente, la activación de los dólares.
Al respecto, fuentes del Banco Central señalaron a El Destape que el swap se activará de a tramos según las necesidades que la entidad monetaria tenga "en el futuro", lo que evidencia que la posibilidad de que Argentina use los dólares no es inminente.
El argumento usado por las fuentes es que el BCRA tiene hoy un balance "sólido con amplia liquidez", algo dudoso dado que buena parte de las reservas brutas se componen del préstamo del FMI (que no es de libre disponibilidad), y que las reservas netas siguen siendo negativas en casi 10.000 millones de dólares. Es por eso mismo que el Gobierno debió pedirle un waiver (perdón parcial) al Fondo, que llevó a recalcular la meta de acumulación de reservas. Según la estimación de GERES, las reservas líquidas eran, a fines de septiembre, negativas en casi 17.000 millones de dólares.
En este contexto, las mismas fuentes también admitieron que, debido a "aspectos técnicos" que llevan a una "contabilización diferente", el swap acordado con Estados Unidos no se reflejará automáticamente en las reservas solo por el cierre del acuerdo mismo, contrario a lo que sí ocurrió con el swap con China. De este modo, el impacto en el crecimiento de las reservas se dará recién "una vez que se active cada tramo del swap", agregaron las fuentes.
Ello quiere decir que difícilmente se vea una ampliación de las reservas por el total de 20.000 millones de dólares estipulados en el acuerdo, ya que la activación de los tramos se producirá cuando sea necesario usarlos a corto plazo para frenar algún tipo de volatilidad existente.
Otra incógnita, obviamente no revelada por el comunicado del Central, es cuál será el interés que Argentina deberá pagar por los tramos activados. Como guía, puede tomarse el swap entre Estados Unidos y el Banco Central Europeo, que paga una tasa del 4,32% para operaciones de corto plazo.
Las certezas sobre los posibles usos del swap
Las fuentes del Banco Central también precisaron que, una vez que se active cada tramo, esos dólares serán de libre disponibilidad, es decir, podrán ser utilizados con cualquier fin. Esto supone una diferencia con los dólares del último préstamo del FMI, que deben ser utilizados para el repago de la deuda que Argentina había contraído previamente con el propio organismo.
El propio BCRA reconoció oficialmente que dispondrá del swap para determinados usos específicos, al precisar que el intercambio de monedas permitirá el "fortalecimiento de la liquidez de sus reservas internacionales".
MÁS INFO
Por un lado, el Banco Central admitió que el swap se destinará directamente a controlar la inflación, al especificar, en su comunicado que uno de sus fines es "preservar la estabilidad de precios". La entidad que conduce Santiago Bausili también reconoce que este intercambio de monedas con el Tesoro de EEUU se usará para controlar el tipo de cambio, al precisar que este instrumento "fortalece la capacidad del Banco Central para responder ante condiciones que puedan derivar en episodios de volatilidad en los mercados cambiario".
Al mencionar también la intención de que el swap frene la volatilidad en el "mercado de capitales", se indica que este instrumento servirá para intervenir en la compra-venta de bonos. El propio Javier Milei dijo hoy en una entrevista con Canal Ocho de Tucumán que "en caso de que no podamos salir al mercado de capitales porque el riesgo país sigue siendo muy alto, digamos, haremos los pagos del 2026 utilizando la línea de swap".
