Los líderes del grupo BRICS de países en desarrollo se prepararon para abordar los retos comunes del cambio climático el lunes, último día de su cumbre en Río de Janeiro, exigiendo que los países ricos financien la mitigación global de las emisiones de efecto invernadero.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha destacado la importancia del Sur Global en la lucha contra el calentamiento global, mientras se prepara para acoger la cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas en noviembre.
No obstante, en una declaración conjunta de los líderes del BRICS que se publicó el domingo se afirma que los combustibles fósiles seguirán desempeñando un papel importante en la combinación energética mundial, sobre todo en las economías en desarrollo.
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"Vivimos un momento de muchas contradicciones en todo el mundo. Lo importante es que estemos dispuestos a superarlas", dijo la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, al margen de la cumbre, cuando se le preguntó por los planes de extracción de petróleo frente a las costas de la selva amazónica.
En su declaración conjunta, los líderes del BRICS subrayaron que financiar el clima "es una responsabilidad de los países desarrollados hacia los países en desarrollo", que es la postura habitual de las economías emergentes en las negociaciones globales.
Su declaración también mencionó el apoyo del grupo a un fondo que Brasil propuso para proteger los bosques en peligro, el Fondo Bosques Tropicales para Siempre, como una forma de que las economías emergentes financien la mitigación del cambio climático más allá de los requisitos obligatorios impuestos a las naciones ricas por el Acuerdo de París de 2015.
China y Emiratos Árabes Unidos señalaron en reuniones con el ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, en Río que planean invertir en el fondo, dijeron a Reuters la semana pasada dos fuentes cercanas a las discusiones.
La declaración conjunta de los líderes del BRICS también criticó políticas como los impuestos fronterizos sobre el carbono y las leyes contra la deforestación, que Europa ha adoptado recientemente, por imponer lo que denominaron "medidas proteccionistas discriminatorias" bajo el pretexto de preocupaciones medioambientales.
DEFENDER LA DIPLOMACIA MULTILATERAL
La apertura de la cumbre del BRICS el domingo presentó al bloque como un bastión de la diplomacia multilateral en un mundo fracturado y subrayó la influencia de 11 países miembros que representan el 40% de la producción mundial.
Los líderes también criticaron indirectamente la política militar y comercial de Estados Unidos, al tiempo que impulsaron la reforma de las instituciones multilaterales, ahora dirigidas en gran medida por estadounidenses y europeos.
En su discurso de apertura de la reunión, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva trazó un paralelismo con el Movimiento de Países No Alineados de la Guerra Fría, un grupo de países en desarrollo que se resistían a unirse a uno u otro bando de un orden mundial polarizado.
"El BRICS es el heredero del Movimiento de Países No Alineados", dijo Lula a los líderes. "Con el multilateralismo bajo ataque, nuestra autonomía vuelve a estar en jaque".
La cumbre de Río, la primera que incluye a Indonesia como miembro, ha puesto de manifiesto la rápida expansión del BRICS, pero ha suscitado dudas sobre los objetivos compartidos dentro de su variopinto grupo.
En una declaración conjunta que se publicó el domingo, el BRICS condenó los ataques militares contra Irán y Gaza, pero no llegaron a adoptar una postura unificada sobre qué países deberían ocupar puestos en un Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reformado. Solo China y Rusia apoyaron la incorporación de Brasil e India al Consejo.
Líderes como el primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, se reunieron en Río para debatir las tensiones económicas y geopolíticas. Pero el peso político de la reunión se vio mermado por la decisión del presidente chino, Xi Jinping, de enviar al primer ministro Li Qiang en su lugar.
Con información de Reuters