La primera gran empresa industrial que se adquirió en el gobierno de Javier Milei hoy atraviesa una profunda crisis con protestas de los trabajadores por la falta de pagos de salarios y aguinaldo.
Se trata de la fábrica de cosechadoras Vassalli, con sede en Firmat (Santa Fe), que por la caída de la producción, las bajas ventas y la apertura de importaciones está en una situación crítica.
"La gente tiene hambre ya. Necesitamos que aparezca el titular de la empresa y explique qué plan tiene para la fábrica", advirtió Diego Romero, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Firmat.
Desde este martes un grupo de trabajadores realizan una protesta en el acceso a la planta y sobre la ruta nacional 33 para exigir el pago de salarios atrasados. La firma ofreció un adelanto de $300.000 para la semana próxima “si entra un cheque”, y desde el sector de los obreros lo consideraron totalmente insuficiente.
Desde la UOM detallaron que la empresa adeuda parte de los haberes de junio, la totalidad de julio y el medio aguinaldo, además de sumas retroactivas. La medida de fuerza incluye quema de cubiertas y permanencia en el acceso a la planta, aunque por el momento sin cortes de tránsito.
El duro presente de Vassalli
La firma fue fundada en 1949 por Roque Vassalli y fue emblema nacional de la maquinaria agrícola llegando a producir más de 1.000 cosechadoras anuales. Sin embargo hace más de una década que atraviesa un proceso de reestructuración que incluyó cierres, reaperturas y sucesivos cambios de propietarios.
A comienzos de 2024 la empresa pasó a manos de Eduardo Marsó, empresario entrerriano, exdueño de la avícola Las Camelias y actual titular de la metalúrgica Albace, lo cual fue vendido como una señal de confianza empresarial hacia el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, a más de un año y medio de la compra, Vassalli atraviesa un difícil momento económico con tres cheques rechazados por falta de fondos por un total de $7,6 millones y ocho más por defectos formales por $4,8 millones, según datos del Banco Central.
"La situación es crítica, hay trabajadores con problemas para pagar alquileres y casos de amenaza de desalojo”, expresó el dirigente de la UOM, en diálogo con Ámbito, y recalcó que los sueldos se pagan en cuotas desde el año pasado y que se arrastran deudas con las cargas sociales.