El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistirá el martes a la inauguración de un remoto centro de detención de inmigrantes en los Everglades de Florida apodado el "Alcatraz de los lagartos", mientras presiona a los legisladores para que aprueben un proyecto de ley de gastos que, entre otras cosas, aumentará las deportaciones.
El centro se encuentra a unos 60 kilómetros de Miami, en un vasto humedal subtropical repleto de caimanes, cocodrilos y pitones, un temible mensaje que la Casa Blanca ha aprovechado para mostrar su determinación de purgar a los inmigrantes a los que, dice, se les permitió permanecer en el país erróneamente bajo el Gobierno del expresidente Joe Biden.
"Sólo hay una carretera de entrada, y la única salida es un vuelo de ida; está aislado y rodeado de una fauna peligrosa y un terreno implacable", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una rueda de prensa el lunes.
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"Esta es una manera eficiente y de bajo costo para ayudar a llevar a cabo la mayor campaña de deportación masiva en la historia de Estados Unidos", agregó.
El propio Trump lanzó una advertencia sobre la fauna que rodea las instalaciones antes de abandonar la Casa Blanca el martes.
"Las serpientes son rápidas, pero los caimanes (...) vamos a enseñarles cómo huir de un caimán, ¿vale? Si se escapan de la cárcel, si huyen, no corran en línea recta", dijo Trump a periodistas. "Tus posibilidades aumentan cerca de un 1%: No es bueno".
Los legisladores en el Capitolio están debatiendo los detalles de un proyecto de ley que podría ampliar significativamente los fondos para las deportaciones.
Trump ha presionado ferozmente a favor del proyecto de ley, que quiere que se apruebe antes del feriado del 4 de julio por el Día de la Independencia e incluye varios de sus otros planes de impuestos y gastos junto con decenas de miles de millones de dólares para la aplicación de la ley de inmigración.
El presidente republicano, que tiene su residencia en Florida, lleva una década haciendo de las políticas fronterizas de línea dura el centro de su agenda política.
Sin embargo, las promesas de campaña de Trump de deportar hasta un millón de personas al año se han topado con protestas en las comunidades afectadas, demandas de mano de obra barata por parte de los empresarios y una escasez de fondos de un Gobierno con déficits crónicos.
El número de detenidos en centros federales de detención de inmigrantes ha aumentado drásticamente a 56.000 al 15 de junio, frente a los 39.000 que había cuando Trump asumió el cargo, según datos del Gobierno. Su administración ha presionado para encontrar más espacio.
Para promocionar la apertura del centro, las autoridades estadounidenses publicaron en las redes sociales imágenes de lagartos con sombreros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El Partido Republicano de Florida está vendiendo ropa con temática y forros para latas de cerveza con imágenes de aligátores.
Se calcula que el complejo en el sur de Florida, en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade Collier, costará 450 millones de dólares anuales y podría albergar a unas 5.000 personas.
Con información de Reuters