El ejército israelí dijo haber atacado el miércoles la entrada del Ministerio de Defensa sirio en Damasco, en una escalada de los ataques contra las autoridades islamistas con el objetivo declarado de proteger a la minoría drusa de los daños de las fuerzas gubernamentales.
Es el tercer día consecutivo que Israel ataca Siria, donde las fuerzas de seguridad gubernamentales se han enfrentado a combatientes drusos locales en la ciudad meridional de Sweida.
Fuentes de seguridad del Ministerio de Defensa dijeron a Reuters que al menos dos aviones no tripulados habían alcanzado el edificio y que los agentes se habían refugiado en el sótano. La televisión estatal Elekhbariya TV dijo que el ataque israelí hirió a dos civiles.
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El ejército israelí dijo que había "golpeado la puerta de entrada del complejo del cuartel general militar del régimen sirio" en Damasco y que continuaba "vigilando los acontecimientos y las acciones que se están llevando a cabo contra los civiles drusos en el sur de Siria".
Medios de comunicación estatales sirios y testigos afirmaron que los ataques israelíes a lo largo del miércoles también alcanzaron la ciudad de Sweida, de mayoría drusa, donde un cuarto día de combates acabó rápidamente con un alto el fuego anunciado la noche anterior.
Las tropas del Gobierno sirio fueron enviadas el lunes a la región de Sweida para sofocar los enfrentamientos entre combatientes drusos y hombres armados beduinos, pero acabaron enfrentándose con las propias milicias drusas.
El medio de comunicación local Sweida24 dijo que la ciudad de Sweida y las aldeas cercanas estaban siendo objeto de un intenso fuego de artillería y mortero a primera hora del miércoles. El Ministerio de Defensa sirio, en un comunicado recogido por la agencia estatal de noticias SANA, culpó a grupos locales al margen de la ley de violar la tregua.
El Ministerio de Defensa pidió a los residentes de la ciudad que permanecieran en sus casas. Algunos residentes con los que Reuters pudo ponerse en contacto por teléfono dijeron que estaban encerrados en casa por miedo y sin electricidad.
Con información de Reuters
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