Pekín había evacuado el lunes por la tarde a más de 70.000 residentes y advertido a otros de que se prepararan para una nueva ronda de fuertes lluvias, una semana después de las inundaciones que causaron decenas de muertos en el diluvio más letal que azota la capital china desde 2012.
Los meteorólogos advirtieron de que podrían caer hasta 200 milímetros de lluvia en partes de Pekín en un periodo de seis horas durante el día. La ciudad, de 22 millones de habitantes, recibe una media de 600 mm de precipitaciones al año.
La advertencia se produce mientras las autoridades se apresuran a reforzar las anticuadas defensas contra las inundaciones, afinar las previsiones meteorológicas y actualizar los planes de evacuación, en medio de noticias sobre cadáveres recuperados de las aguas tras las inundaciones sufridas en todo el país, entre ellos al menos tres en un campamento de bienestar de la provincia de Hebei.
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Al menos 44 personas murieron en Pekín tras las fuertes lluvias caídas entre el 23 y el 29 de julio. La mayoría de los fallecidos fueron personas atrapadas por la rápida crecida de las aguas en una residencia de ancianos del distrito de Miyun, en la periferia noreste de la ciudad. Las víctimas mortales llevaron a las autoridades a admitir deficiencias en sus planes de contingencia ante condiciones meteorológicas extremas.
Al mediodía del lunes, Pekín había colocado a sus 16 distritos en el nivel más alto de preparación, en el primer estado de alerta en toda la ciudad desde el 28 de julio, cerrando partes de la Gran Muralla y otros lugares de ocio al aire libre y deteniendo las operaciones de los negocios subterráneos.
El riesgo de inundaciones repentinas y corrimientos de tierra es "extremadamente alto", según las autoridades.
A las 0600 GMT, la capital había reubicado a más de 70.000 residentes, casi 14.000 de ellos en el montañoso distrito occidental de Mentougou, informó la radiotelevisión estatal.
La topografía de Pekín ha sido descrita por algunos como una "trampa" en caso de lluvia, ya que sus montañas al oeste y al norte capturan el aire húmedo y amplifican las precipitaciones resultantes.
(Editado en español por Carlos Serrano)