Lula responderá a los aranceles de Trump: "Con todas las medidas posibles"

El presidente brasileño dijo que “exige reciprocidad” y se comprometió a “defender” las empresas y a las y los trabajadores de su país. Las negociaciones desde Itamaraty.

03 de abril, 2025 | 17.12

“Brasil sólo le hace la venia a la bandera verde y amarilla”, sostuvo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al hacer referencia a la imposición de tarifas por parte de su par estadounidense, Donald Trump. La tasa que recibió es del 10% -al igual que Argentina y otros países de la región- y buscará responder con “todas las medidas” que tendrá a su alcance. Las acciones desde el gigante sudamericano avanzan en distintos frentes: la diplomacia de Itamaraty dijo que esta medida “viola” los compromisos internacionales, pero que continúa con las negociaciones en ese nivel. Al mismo tiempo que se daban a conocer los montos de los nuevos aranceles, el Congreso votó por unanimidad la Ley de Reciprocidad.

“Somos un país que no tolera la amenaza a la democracia, que no le suelta la mano a su soberanía y que no le hace la venia a ninguna otra bandera que no sea la verde y amarilla, habla de igual a igual y que respeta a todos los países -desde los más ricos a los más pobres-, pero exige reciprocidad en el trato”, dijo Lula durante un acto este jueves por la mañana. Con esas palabras sentó su posición y adelantó que buscará responder a los aranceles impuestos por Trump, que se suman al 25% que ya comenzó a correr para el acero.

Y sumó que su país “responderá a cualquier iniciativa que busque imponer el proteccionismo, que ya no cabe en el mundo” y, para ello, tomará como base el proyecto convertido en ley este miércoles por la noche, que establece la reciprocidad comercial, que autoriza al gobierno a adoptar medidas contra países y bloques que impongan barreras a productos brasileños en el mercado global.

Qué plantea la ley de reciprocidad

El miércoles por la noche, la administración de Lula consiguió en la Cámara de Diputados 361 votos a favor de la Ley de Reciprocidad Comercial, 10 en contra y sólo 2 abstenciones. Antes, el Gobierno había logrado la unanimidad en el Senado con el apoyo de la bancada ruralista -más bien vinculada a los sectores económicos de la derecha brasileña-. De hecho, gracias a los movimientos que hicieron en la Cámara alta, pasó de urgencia a Diputados y ahora sólo resta la firma de Lula para que pueda ser implementada.

En su artículo 1, la normativa establece criterios para las respuestas a acciones políticas o prácticas unilaterales de países o bloques económicos que “impacten negativamente en la competitividad internacional de Brasil”. En tanto, en el artículo 3 se autoriza al Consejo Estratégico de la Cámara de Comercio Exterior, vinculada al Ejecutivo, a “adoptar contramedidas en forma de restricciones a las importaciones de bienes y servicios”, y hasta prevé las medidas de negociación entre las partes.

También permite a Brasil suspender concesiones comerciales y de inversión, así como reevaluar compromisos en acuerdos de propiedad intelectual, otorgando mayor flexibilidad en la defensa de los intereses nacionales. En tanto, también establece la prioridad sobre las negociaciones diplomáticas que puedan llevarse adelante.

El alerta de la Cancillería y del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil

Ambas carteras “lamentaron” la decisión del gobierno de Estados Unidos: “La nueva medida, como las demás tarifas ya impuestas a los sectores del acero, aluminio y automóviles, viola los compromisos de Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) e impactará en todas las exportaciones brasileñas de bienes para los Estados Unidos”, sostuvieron en una nota conjunta, en la que reforzaron la decisión de buscar tomar las medidas correspondientes junto con el sector privado “para defender los intereses de los productores nacionales”. Incluso adelantaron la posibilidad de acudir a la OMC.

Allí, remarcaron que el país comandado por Trump registró superávits comerciales “recurrentes y significativos” en bienes y servicios en los últimos 15 años por un total de 410 mil millones de dólares, por lo que consideran que la “imposición unilateral de un arancel lineal adicional del 10% a Brasil con el argumento de la necesidad de restablecer el equilibrio y la ‘reciprocidad comercial’ no refleja la realidad”.

Aún así, manifestaron la intención de “profundizar el diálogo” establecido en las últimas semanas “para revertir las medidas anunciadas y contrarrestar sus efectos nocivos lo antes posible”.