Un megaoperativo policial sacudió Río de Janeiro el martes cuando 2.500 efectivos irrumpieron en las favelas de Alemão y Penha, dos de las más grandes de la ciudad, contra la banda narco Comando Vermelho. La acción, considerada la más sangrienta en la historia local, terminó con al menos 121 muertos, según confirmó la Policía Civil. La Defensoría Pública de Río, sin embargo, ya denunció 132 fallecidos, la gran mayoría vecinos de la zona.
En medio de la crisis, el gobernador Cláudio Castro, alineado con el bolsonarismo, acusó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva de no brindar apoyo y aseguró que ya recibieron "tres negativas" para el envío de fuerzas federales. Sin embargo, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, negó haber recibido cualquier solicitud de ayuda, lo que desató un fuerte cruce directo entre el estado y el Gobierno Federal.
Según relató la agencia de noticias Reuters, más de 40 cadáveres fueron vistos en una calle del complejo de favelas Penha de Río de Janeiro a primera hora del miércoles, un día después de la operación policial más letal de la historia de la ciudad.
Los cadáveres fueron sacados a las calles por los residentes que salieron a buscar a sus familiares desaparecidos tras el operativo, según personas presentes en el lugar.
Qué pasó en Rio de Janeiro: cómo fue el operativo
El operativo comenzó temprano el martes con el objetivo de desmantelar la cúpula del Comando Vermelho. Durante la jornada, se registraron intensos tiroteos, incendios y enfrentamientos con sospechosos, mientras la Policía Militar desplegaba un amplio despliegue en las calles y suspendía actividades administrativas para concentrarse en la seguridad.
El gobernador Castro calificó la operación militar como "la mayor" contra el Comando Vermelho, que junto al Primer Comando de la Capital (PCC) domina el narcotráfico brasileño. Durante la tarde del martes, los narcos levantaron barricadas en diversos puntos estratégicos como Linha Amarela y Rua Dias da Cruz, lo que llevó al Centro de Operaciones y Resiliencia de Río a elevar el nivel operativo al 2, de una escala máxima de 5.
La ONU se pronunció con preocupación sobre la situación y pidió "investigaciones rápidas y efectivas" ante la violencia del operativo. En un comunicado, expresaron estar "horrorizados por la actual operación policial en las favelas de Río de Janeiro, que según se informa ya ha causado la muerte de más de 60 personas, incluidos 4 policías". Además, alertaron que este tipo de acciones "refuerza la tendencia de consecuencias letales extremas en las comunidades marginadas de Brasil".
Tras una reunión de emergencia en el Palacio del Planalto, el Gobierno Federal decidió enviar una comitiva a Río para evaluar la situación y la asistencia necesaria. La ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffmann, confirmó que los ministros de Justicia, Ricardo Lewandowski, y de la Casa Civil, Rui Costa, junto al director de la Policía Federal, William Marcel Murad, van a la ciudad para coordinar acciones.
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Qué es el Comando Vermelho
El Comando Vermelho es un grupo criminal brasileño fundado en 1979 en el penal del Instituto Penal Cândido Mendes, en la isla de Ilha Grande, en el estado de Río de Janeiro. Su primer nombre fue “Falange Vermelha”, que luego evolucionó al Comando Vermelho, según recordó el portal de noticias UOL Brasil.
En su génesis, el Comando Vermelho se planteó como una red de “código de convivencia” dentro de la prisión: los fundadores buscaban imponer reglas mínimas entre detenidos, ante la arbitrariedad y la violencia. Entre sus fundadores destacan figuras como William da Silva Lima (alias “Professor”), Rogério Lemgruber (alias “Bagulhão”) y José Carlos dos Reis Encina (alias “Escadinha”). Con el tiempo, la organización pasó de centrarse en la prisión a proyectarse hacia los morros y favelas de Río, alimentando su expansión territorial y actividad criminal.
A lo largo de los años, el Comando Vermelho se transformó en una de las principales agrupaciones del crimen organizado en Brasil y logró extender su presencia a múltiples estados. Según reportes, en 2023 ya actuaba en al menos 13 estados federales y en el Distrito Federal.Su crecimiento territorial se acentuó en los años recientes: por ejemplo, entre 2022 y 2023 la facción se expandió aproximadamente un 8,4 % en el área metropolitana de Río de Janeiro.
