Israel incrementó el uso de la tortura contra palestinos, según informe de organismos de DD.HH. israelíes

El informe presentado a la ONU alertó sobre el accionar de Israel con  los detenidos palestinos. "Altos funcionarios aprueban estos abusos mientras los mecanismos judiciales y administrativos no intervienen", denunciaron.

26 de noviembre, 2025 | 15.45

Desde el 7 de octubre de 2023, Israel intensificó el uso de la tortura contra palestinos, según un informe detallado presentado por organizaciones israelíes de derechos humanos al Comité de la ONU contra la Tortura. "Desmanteló las salvaguardias existentes y ahora emplea la tortura a lo largo de todo el proceso de detención, desde el arresto hasta el encarcelamiento, contra palestinos bajo ocupación y ciudadanos palestinos. Altos funcionarios aprueban estos abusos mientras los mecanismos judiciales y administrativos no intervienen", denunciaron. 

La estrategia de Israel se basa en clasificar a los detenidos como "combatientes ilegales", una figura que no se ajusta al derecho internacional. De esa forma, puede detener a palestinos durante largos períodos sin juicio, negándoles al mismo tiempo los derechos reconocidos a los prisioneros de guerra.

Tras el ataque de Hamas de hace dos años, Israel detuvo a más de 4.000 residentes de Gaza bajo esta clasificación y también hizo un uso extensivo de la detención administrativa: pasaron de 1.100 a 3.500.

Las condiciones de las detenciones

Los detenidos de Gaza fueron recluidos en centros de detención militares en condiciones extremadamente duras. "Durante largos periodos, los detenidos estuvieron confinados en corrales al aire libre, expuestos a la intemperie, encadenados y con los ojos vendados las 24 horas del día, obligados a arrodillarse la mayor parte del día y a dormir en el suelo", señaló el informe.

"Sufrieron condiciones sanitarias inadecuadas, falta de atención médica y abusos constantes. Estas duras condiciones persisten", indicó el relevamiento y también remarcó que los detenidos recibieron atención médica mientras estaban encadenados y con los ojos vendados, y se les obligaba a usar pañales para orinar.

En cuanto a la política alimentaria, precisó que la ración equivale a la inanición, con una dieta oficial de aproximadamente 1.000 calorías diarias y apenas 40 gramos de proteína.
Los autores concluyen que los testimonios "dan cuenta de graves abusos en todas las etapas, incluyendo: uso de porras, vertido de agua hirviendo, causando quemaduras graves, ataques de perros a los detenidos, uso de una 'sala de discoteca' empleando una intensa manipulación sensorial con música dolorosamente alta y violación con objetos".

Como resultado de estas prácticas, se documentaron al menos 94 muertes en centros de detención israelíes, junto con docenas de casos de daños irreversibles a la salud. Dicho informe fue elaborado por el Centro Legal Adalah, el Comité Público Contra la Tortura en Israel, Padres Contra la Detención Infantil, HaMoked: Centro para la Defensa del Individuo y Médicos por los Derechos Humanos-Israel.

Por su parte, el Shin Bet (servicio de inteligencia y seguridad interno de Israel), no reconoce las torturas, pero sí admite utilizar  "métodos especiales de interrogatorio", que incluyen privación del sueño, encadenamiento doloroso, sacudidas, exposición al frío, música fuerte, interrogatorio desnudo y amenazas contra miembros de la familia, según consignó el medio israelí Haaretz.

Pocas investigaciones y nulas condenas

A pesar del gran número de denuncias y abusos documentados, el número de investigaciones en curso es insignificante. De las 238 denuncias presentadas por torturas a manos del Shin Bet, el servicio de seguridad solo recomendó la apertura de una investigación en dos casos, y en estos no se presentaron cargos.

En tanto, en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se iniciaron 58 investigaciones contra soldados por el trato dispensado a detenidos, 44 de ellas relacionadas con la muerte de detenidos. Solo dos investigaciones por abusos resultaron en acusaciones formales.

Mientras que en el Servicio Penitenciario de Israel, se abrieron 36 investigaciones por abusos a detenidos, seis de las cuales resultaron en acusaciones formales. Ninguna de las investigaciones se refería a casos de muerte o violencia sexual.

Según el informe, la Corte Suprema ratificó la grave situación del sistema de detención. De las 20 peticiones presentadas ante el Tribunal Superior de Justicia sobre las condiciones de detención, 18 fueron rechazadas, principalmente por motivos de procedimiento o después de que los magistrados aceptaran la postura del estado sin oposición.

En la primera de las peticiones aceptadas, los jueces ordenaron el cierre de las instalaciones de Sde Teiman; en la segunda, relacionada con la política alimentaria, la petición fue parcialmente concedida después de 17 meses.

El informe señaló además que las instalaciones del Servicio Penitenciario de Israel utilizan la negación de atención médica como método de tortura, citando, entre otros ejemplos, brotes de sarna que afectan a miles de detenidos. También destacó que se desconoce el paradero de cientos de detenidos de Gaza.

Además, el informe señala que a veces los detenidos por "razones de seguridad" se encuentran recluidos en completo aislamiento e incluso se les impide reunirse con abogados, representantes de la Cruz Roja, periodistas o familiares.

Israel, Argentina y Estados Unidos votaron en contra de eliminar la tortura

Argentina la semana pasada votó en contra de una resolución para prevenir y erradicar la tortura en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Lo hizo como parte del alineamiento automático de Javier Milei con Estados Unidos e Israel.

A lo largo de la historia, este tipo de resoluciones eran aprobadas de manera unánime, pero este año hubo un pronunciamiento en contra de tres países: Argentina, Israel y Estados Unidos. Otros cuatro Estados se abstuvieron: Rusia, Nicaragua, Burundi y Papua Nueva Guinea.

Argentina votó en contra de votó en contra de una resolución para prevenir y erradicar la tortura.