Mientras el genocidio y la hambruna provocadas por Israel en la devastada Franja de Gaza se profundizan, los rebeldes hutíes de Yemen confirmaron este fin de semana la muerte de su primer ministro Ahmad Ghaleb al Rahwi y la de varios miembros de su gabinete en los ataques aéreos de Israel contra la capital Sanaa el jueves pasado.
Ese jueves, los rebeldes hutíes -apoyados hace años por Irán y enemigos declarados de la influencia de la potencia regional vecina Arabia Saudita en su país- sólo habían denunciado una serie de bombardeos aéreos más de Israel contra su capital, según informó la Deutsche Welle. Este tipo de ataques ya se ha vuelto costumbre en los últimos tiempos, especialmente desde que esta milicia yemení decidió lanzar ataques contra Israel en apoyo a los palestinos, especialmente los de la Franja de Gaza.
Desde el ejército israelí, en tanto, habían confirmado que habían bombardeado un "objetivo militar" en la ciudad de Sanaa. Recién en las últimas horas, se conoció la dimensión de los resultados de estos ataques: el gobierno de Benjamin Netanyahu consiguió descabezar una parte importante del gobierno de los hutíes, la milicia rebelde que controla la capital y una mayoría de Yemen desde hace 11 años.
Quiénes son los hutíes y por qué se enfrentan a Israel
Apoyados por Irán, los rebeldes controlan amplias zonas del país, que atraviesa una guerra civil desde 2014, incluida la capital, donde instalaron sus instituciones políticas. Los hutíes han lanzado reiterados ataques con misiles y drones contra Israel desde el inicio del conflicto en Gaza y han afirmado que actúan en solidaridad con los palestinos, aunque la mayoría de estos fueron interceptados por el ejército israelí.
En los últimos meses, también han atacado buques frente a las costas de Yemen que según ellos están vinculados a Israel. Por su parte, el ejército israelí llevó a cabo varios ataques de represalia contra las regiones controladas por los hutíes en Yemen, en particular el aeropuerto capitalino y los puertos del oeste del país.