Después de detectarle una hinchazón en la parte inferior de sus piernas y hematomas en las manos, el presidente Donald Trump fue sometido a exámenes médicos y a una ecografía. Le diagnosticaron una "insuficiencia venosa crónica", la cual los doctores del mandatario definieron como "una condición común en individuos mayores de 70 años".
"El presidente se sometió a un examen completo que incluyó estudios vasculares de diagnóstico. Se realizaron ecografías Doppler venosas bilaterales de las extremidades inferiores, que revelaron insuficiencia venosa crónica, una afección benigna particularmente frecuente en personas mayores de 70 años", tal como indicó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en rueda de prensa.
"Esto es consistente con una irritación menor de los tejidos blandos por los frecuentes apretones de manos y el uso de aspirina, que se toma como parte de un régimen estándar de prevención cardiovascular", dijo Leavitt. Los síntomas que presenta el mandatario son parte de "efectos secundarios conocidos y benignos del tratamiento", explicó la portavoz.
Para tranquilidad del presidente, los médicos aseguraron que no hay indicios de "trombosis venosa profunda o enfermedad arterial". De acuerdo a los resultados de las pruebas de laboratorio, el sistema sanguíneo del líder republicano se mostraron "dentro de los límites normales". Así al menos lo explicó en un memorando Sean Barbarella, médico personal del presidente estadounidense, que ha concluyó que Trump con sus 79 años "sigue teniendo un excelente estado de salud".
Las voces cruzadas alrededor de las "piernas inflamadas" del presidente Trump
En los últimos días corrieron diferentes rumores sobre la salud del presidente, a partir de lo que algunos fotógrafos capturaron durante la final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en Nueva Jersey el 13 de julio: los flashes apuntaron a lo que parecían ser las piernas hinchadas de Trump. Lo mismo pasó a principios de esta semana, cuando se tomaron algunas fotos que mostraban sus manos magulladas en una reunión con el primer ministro bareiní, Salman bin Hamad bin Isa Al Khalifa, en la Casa Blanca.
Sin embargo esta no sería la primera vez que Trump sufre algo similar con sus manos y piernas. El presidente ya había sido fotografiado con la mano amoratada durante una reunión con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en febrero.
La hinchazón de las piernas y los hematomas hicieron especular que el presidente podría padecer una enfermedad no revelada públicamente. Aunque eso fue desmentido tras un examen físico anual en abril cuando Barbarella, el médico de la Casa Blanca, escribió que Trump muestra "buena salud cognitiva y física".
Trump tenía 78 años y siete meses cuando arribó a su segundo mandato en enero, lo que lo transformó en el presidente de mayor edad en asumir el cargo, en la historia de los Estados Unidos.