El jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, según la sigla en inglés) de Estados Unidos y multimillonario, Elon Musk, afirmó que se correrá de la gestión para prestarle más atención a su empresa de autos eléctricos. "A partir del próximo mes, dedicaré mucho más tiempo a Tesla ahora que la importante labor de establecer el DOGE concluyó", dijo durante una videconferencia con analistas del sector automotriz.
Las declaraciones del mega empresario llegan después de un fuerte cruce con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por la guerra arancelaria que desató el pasado 2 de abril contra el mundo entero, pero con foco en China. En ese contexto, llegaron también los rumores de su salida. Sin embargo, Musk dijo ahora que seguirá dedicando “uno o dos días a la semana” a los asuntos gubernamentales, "mientras sea útil" y el presidente quiera.
Según informó la agencia Associated Press (AP), bajo el liderazgo no oficial de Musk, DOGE puso en la mira a una amplia gama de agencias federales, incluyendo el desmantelamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) –que otorgaba préstamos a diversas organizaciones alrededor del mundo-, el intento de acceder a datos sensibles y sistemas de pago del Servicio de Impuestos Internos (IRS) y el Departamento del Tesoro, y el intento de cerrar la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB).
Musk también fue una pieza clave para desmantelar las instituciones estatales mediante ofertas de indemnización a empleados, despidos masivos de trabajadores en período de prueba y reducciones de personal en agencias como los Institutos Nacionales de Salud.
A pesar de su enfoque a gran escala en agencias y trabajadores federales, "DOGE no se acercó a sus objetivos de ahorro”, para reducir el gasto público que la gestión de Trump busca, afirmó AP. En esa línea aclararon que Musk prometió inicialmente que sus drásticos recortes a DOGE ahorrarían a los contribuyentes 2 billones de dólares, pero posteriormente rebajó esa cifra a 1 billón y, posteriormente, a 150.000 millones. Los supuestos ahorros de DOGE han estado plagados de errores y correcciones, incluyendo la eliminación de 4.000 millones de dólares de su "Muro de Recibos" en marzo, la reducción de sus ahorros inmobiliarios en 150 millones de dólares a finales de ese mes y la reducción de sus declaraciones de ahorro en más de 9 000 millones de dólares en dos días en febrero.
En tanto, la participación de Musk en DOGE nunca tuvo la intención de ser permanente: como "empleado gubernamental especial", no se le permite servir más de 130 días en un período de 365 días. De hecho, según la orden ejecutiva original de Trump con la que lo nombró, la oficina de DOGE puede operar hasta el 4 de julio de 2026, día del 250 aniversario de la independencia de la nación y no está claro qué ocurrirá con la iniciativa, dado que muchos de los principales líderes de DOGE son aliados de Musk desde hace mucho tiempo.
La caída de Tesla
Según informó la empresa Tesla, sus beneficios netos cayeron un 71% en el primer trimestre del año y quedaron reducidos a 409 millones de dólares, lo que significa una reducción del 20 % de sus ingresos en el sector del automóvil.
La empresa, además, señaló que, de enero a marzo, sus ingresos por la venta de autos cayeron a 13.967 millones de dólares. El total de sus ingresos, que incluye la venta de unidades de almacenamiento de energía y otros servicios, fue de 19.335 millones de dólares, lo que supone una caída del 9%.
También señaló que su resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado cayó un 17% a 2.814 millones de dólares, que el margen se redujo al 14,6 % y que sus gastos operativos aumentaron durante el periodo un 9 %, a 2.754 millones de dólares. A principios de abril, la empresa ya había advertido que sus ventas en el primer trimestre de 2025 habían caído un 13 % a 336.681 vehículos, pero los resultados financieros dados a conocer son peores que lo esperado por los analistas.