Una empresa desalinizadora de Gaza anunció paro porque Hamas detuvo a un empleado

En medio de una de las peores crisis humanitarias del mundo, en la que el agua potable se convirtió en un lujo, una planta desalinizadora de Gaza interrumpió sus operaciones como medida de protesta porque, denunció, Hamas detuvo a uno de sus empleados. La medida afectará a un millón de personas.

18 de noviembre, 2025 | 18.00

Una planta desalinizadora de la empresa palestina Abdul Salam Yassin, en Gaza, detuvo sus operaciones como forma de protesta porque, denunció, Hamas detuvo a uno de sus empleados el lunes pasado. Se trata de la empresa más importante del devastado territorio palestino, la cual abastece de agua potable a casi la mitad de la población en medio de una de las peores crisis humanitarias del mundo. Youssef Yassin, uno de los directivos de la empresa, afirmó que la medida afectaría a más de un millón de personas.

"Sé que es catastrófico, pero proteger a nuestros empleados es un asunto sagrado", declaró Yassin a la agencia Reuters. Según denunció el directivo, Hamas no dió ninguna razón para la detención. El movimiento islamista que gobierna de facto parte de la Franja de Gaza tampoco hizo comentarios de inmediato cuando la prensa pidió explicaciones sobre el caso.

Según indicó el dirigente de la empresa, por la medida también dejaron de operar más de 70 camiones que transportan contenedores de agua potable a lo largo y ancho del territorio ocupado por israel desde 1967. Esta parálisis no hará más que empeorar la crisis humanitaria que desataron los últimos dos años de ataques de Israel, que destruyeron gran parte del sistema de tuberías y que está provocando una hambruna y, para muchos, un genocidio.

La detención del empleado se conoció en un momento en que medios y organizaciones locales denuncian que Hamas busca recuperar gradualmente el control de las zonas de la Franja de Gaza de las que Israel se retiró por el acuerdo de alto el fuego impuesto por Estados Unidos. Esta semana, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución impulsada por Donald Trump para autorizar a los países miembros a formar parte de una autoridad de transición y de una "misión de estabilización internacional" que desarme a Hamas y las otras milicias en Gaza. Mientras tanto, Israel aún controla aproximadamente la mitad de la Franja de Gaza.

Hamas ganó las elecciones palestinas de 2006 y formó Gobierno. Pero en 2007, tras la guerra intestina con Fatah, la otra facción palestina conducida por el presidente Mahmud Abbas, comenzó a controlar de facto la Franja de Gaza. Desde entonces, Israel impuso un bloqueo militar que asfixia a los más de dos millones de palestinos que viven allí y lanzó múltiples ofensivas militares que fueron destruyendo cualquier posibilidad de desarrollo en el territorio ocupado. La más sangrienta y destructiva esta última, que aún continúa. 

En estos 18 años, varias veces miles de palestinos se manifestaron contra el autoritarismo y el gobierno de facto de Hamas y pidieron terminar con el interminable estado de guerra constante. Una y otra vez, la respuesta del partido-milicia fue que "no se toleraría el desorden público".

Gaza, sin luz y sin agua tras el alto al fuego

Si la protesta de la empresa se mantiene, agravaría la crisis crónica del agua dentro del enclave, la cual se vio aún más perjudicada por dos años de ataques israelíes y por el daño a las tuberías que reparten el agua desde las plantas de la compañía al territorio.

Israel cortó todo el suministro de agua y electricidad a Gaza al principio de esta última ofensiva israelí, pero reanudó algunos suministros posteriormente. Nunca con una dimensión suficiente para garantizar el consumo mínimo. Además, lo que más afecta es que la mayor parte de la infraestructura de agua y saneamiento fue destruida y que las bombas del acuífero a menudo dependen de la electricidad de pequeños generadores, para los cuales hay una faltante cada vez más profunda de combustible.