El gasto militar mundial no frena y registró su mayor incremento desde el fin de la Guerra Fría. Al mismo tiempo que aumentan las guerras y las tensiones geopolíticas en el mundo, crece la desconfianza en los organismos internacionales para encontrar la paz y los países deciden destinar más dinero para estar preparados en caso de alguna situación bélica. El mayor crecimiento lo explican Europa y Medio Oriente. Lo que entierra por completo la postura europea, tras la caída de la URSS, de creer que los conflictos bélicos eran cosa del pasado y que podían confiar parte de su seguridad a Estados Unidos.
Aumento “sin precedentes”
“El gasto militar mundial alcanzó los 2.718 mil millones de dólares en 2024, lo que representa un aumento del 9,4 % en términos reales con respecto al 2023 y el mayor incremento interanual, al menos, desde el fin de la Guerra Fría”, describe el informe anual que realiza el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). En el documento, que suele tomarse como referencia mundial, destacan también que el aumento se dio en todas las regiones del mundo, con especial énfasis, como se decía anteriormente en Europa, particularmente tras la guerra en Ucrania, y en Medio Oriente, con Gaza.
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Si bien el reciente documento confirma lo que ya sucede desde hace al menos un década, el incremento en gastos militares, ya sea para armas pero también incluye áreas como capacitaciones, entre otras cuestiones relacionadas a la defensa, se registra en esta ocasión que más de 100 países lo hicieron. De hecho, en el informe sostienen que la proporción del Producto Bruto Interno (PBI) mundial destinada al gasto militar fue del 2,5%. Los diez países que encabezan el listado son: Estados Unidos, China, Rusia, Alemania e India, en ese orden. Le siguen el Reino Unido, Arabia Saudita, Ucrania, Francia y Japón.
Estas medidas se llevan adelante no sin cuestionamientos sociales, debido a que se suele hacer en desmedro de las partidas presupuestarias para otras áreas, como pueden ser salud o educación, se convierten en parte del debate doméstico, especialmente en el viejo continente. “Las compensaciones económicas y sociales podrían tener efectos significativos en las sociedades en los próximos años", advierte Xiao Liang, investigador del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI.
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Europa y Medio Oriente
En el caso europeo que contempla a Rusia también, el incremento fue del 17% con respecto al año anterior, y es lo que explica en parte el aumento “sin precedentes” que se describe. Si bien parte lo explican las partidas del gobierno de Vladimir Putin y del mandatario ucraniano, Volodomy Zelensky, también se suman otros estados como Alemania, que tras la Guerra Fría, habían sido más reacios a incrementar el gasto militar. De hecho, durante el gobierno del canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, se llevó adelante una reforma constitucional reciente y según el informe el incremento del último año fue del 28% y ascendió al cuarto lugar en todo el mundo, entre quienes más gastaron en defensa.
“Por primera vez desde la reunificación, Alemania se convirtió en el mayor inversor militar de Europa Occidental, gracias al fondo especial de defensa de 100 mil millones de euros anunciado en 2022”, explican en el informe. Vale recordar que tras la guerra en Ucrania, Europa manifiesta su temor a un posible ataque ruso o guerra híbrida, que podría incluir, por ejemplo, ataques cibernéticos. Sumado a que desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha manifestado en reiteradas ocasiones que es el propio continente el que tiene que garantizar su seguridad, y no Estados Unidos.
La otra región donde se disparó el gasto militar es Medio Oriente, que incrementó en un 15% respecto al 2023. Si bien podría contabilizarse Arabia Saudita que está entre los principales países de todo el mundo en más destinar dinero militar, fue Israel el que tuvo un incremento del 65% con respecto al año anterior, lo que se considera el mayor financiamiento desde la Guerra de los Seis Días en 1967 y en el informe explican que su carga militar ascendió al 8,8% del PBI. Otro país de la región que tuvo un incremento exponencial fue Líbano, que lo aumentó en un 58% en 2024.
Si bien tanto Israel como Líbano pueden explicar su incremento en los ataques israelíes en Gaza y entre estos dos países directamente, un dato menor es que otro actor regional clave como la República Islámica de Irán descendió. El gasto militar del país persa se redujo un 10% en términos reales, hasta los 7900 millones de dólares en 2024. De acuerdo al informe, esta decisión se explica por la crisis económica y las sanciones aplicadas al país.
¿Hacia un nuevo orden?
“Lo que está pasando con respecto al gasto militar tiene que ver con la creciente conflictividad global que se está dando tras el derrumbe del orden liberal mundial, que venimos viendo desde hace varios años y que tenía como pilar las instituciones internacionales, un orden que apoyaba el comercio”, explica a El Destape el investigador del CONICET, Magíster en Defensa Nacional y doctor en Ciencias Sociales, Daniel Blinder, quien además recuerda la serie de conflictos actuales, que van desde Ucrania y Medio Oriente, a Sudán o incluso las recientes tensiones entre Pakistán e India.
En ese contexto y coincidente con el cuestionamiento al orden mundial, consultada por el incremento del gasto militar la profesora en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) e Investigadora Principal del CONICET, Rut Diamint, explica: “Después de 1991 había confianza en la resolución de conflictos por medio de ONU, pero las guerras de Ucrania y Rusia y la de Gaza, más los conflictos en África y el retorno de sus golpes militares, dieron cuenta que ONU no tienen recursos para imponer la paz”. Para la especialista, el mundo va hacia un regreso de la “visión realista” de las relaciones internacionales, ante lo que perciben como “inoperancia de los regímenes multilaterales”.
“António Guterres (titular ONU) no se destacó por gestionar mejor, las predicciones sobre una paz americana se esfumaron, la confianza en organismos regionales y globales también, entonces el realismo puro, el del uso de la fuerza, reapareció en la mentalidad de muchos jefes de Estado sumado a la mirada militar”, refuerza su idea Diamint, sobre un panorama que se ve desalentador para encontrar procesos de paz. A este marco, la especialista suma también la merma de ayuda estadounidense a Europa: “Trump dijo que no gastará recursos de ciudadanos de USA para los conflictos en Europa y que tienen que aumentar su gasto en defensa”.