El papa Francisco murió el lunes 21 de abril a los 88 años, tras 12 años de pontificado marcados por su estilo austero y su cercanía con los fieles. El legado de Jorge Bergoglio fue trascendental para la Iglesia Católica, a través de cambios significativos en su enfoque y relación con el mundo. Desde su elección en marzo del 2013 hasta su decisión final respecto a su lugar de descanso eterno, el Sumo Pontífice trazó senderos inéditos en la historia.
Francisco realizó algunos cambios en su propio rito funerario antes de morir, aunque no modificó las típicas “tres estaciones”: en la casa del difunto, en la basílica vaticana y en el lugar de la sepultura. Desde el entierro de León XIII en la Archibasílica de San Juan de Letrán en 1903, todos los Papas habían sido inhumados dentro de los confines del Vaticano, mayoritariamente en las Grutas Vaticanas, ubicadas bajo la Basílica de San Pedro.
Sin embargo, el primer Papa argentino mostró una vez más su carácter disruptivo y terminó con una costumbre establecida durante más de un siglo tras elegir ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales de Roma. “Es mi gran devoción. Y antes, ya cuando venía, siempre iba ahí el domingo en la mañana que estaba en Roma, me iba un rato allí. Sí, hay una ligazón muy grande”, contó a finales de 2023 en diálogo con la periodista mexicana Valentina Alazraki.
La Basilíca de Santa María la Mayor es una enorme edificación cuyos orígenes se remontan al siglo IV. De acuerdo con la tradición, el papa Liberio (36º pontífice romano) mandó construir la iglesia en el sitio donde se produjo una inusual nevada en pleno verano, luego de que la Virgen María se le hubiera aparecido a un matrimonio patricio.
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Es una de las pocas que no tiene forma de cruz, sino que conserva la forma del templo romano pagano sobre la que fue levantada. Originalmente, era un santuario en honor a la diosa Cibeles. Si bien en jerarquía San Pedro es el templo católico más importante, no solo por su tamaño, sino porque se cree que está sobre la tumba del primer Papa -el apóstol Pedro-, algunos fieles consideran que con la decisión de Francisco, Santa María la Mayor ganará relevancia.
Tras el funeral realizado este sábado 26 de abril en la plaza de San Pedro ante 250 mil personas, el entierro del Papa se produjo ante el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrel, y familiares del pontífice, según indicó la agencia de noticias EFE.
La tumba donde descansa Francisco presenta una lápida de mármol blanco de Liguria, oriundo de Italia. En concreto, la piedra, según informa el portal Vatican News, procede del pequeño municipio genovés de Cogorno, donde en 1850 nació el bisabuelo de Bergoglio, Vincenzo Girolamo Sivori. Allí está el sepulcro donde ya descansa desde este sábado. Es "sencillo, sin decoración particular", como pidió en su testamento. Y tiene la inscripción "Franciscus", su nombre papal, y una reproducción ampliada de su cruz pectoral en plata.
De esta manera, se unió a otros siete Papas que ya reposan en el templo, entre quienes figura San Pío V, el Papa que excomulgó a la reina Isabel I de Inglaterra. Su cuerpo incorrupto se exhibe en la Capilla Sixtina o de la Natividad dentro de una urna de cristal, aunque su rostro está cubierto con una máscara de plata. También está enterrado Clemente IX, conocido por haber beatificado a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América Latina.
Papa Francisco: el vínculo espiritual entre Bergoglio y la Basílica de Santa María la Mayor
Francisco eligió que su tumba se encuentre en la Basílica a la que solía ir a rezar, incluso antes de ser electo para el papado. Su sepultura en esta basílica responde a una profunda conexión espiritual y emocional. En el templo celebró su primera misa, en la Navidad de 1538, San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, más conocidos como los jesuitas, la orden religiosa de la que procedía Francisco.
Asimismo, la Basílica está a pocos metros de la embajada argentina en Roma, la cual viene operando en ese sitio desde 1889, y, desde el año pasado, este templo está "agregado" (hermanado) con la Catedral Metropolitana de Buenos Aires por orden del Sumo Pontífice fallecido.
En su testamento, Francisco expresó: “Deseo que mi último viaje terrenal termine precisamente en este antiguo santuario mariano, donde siempre me detengo a rezar al inicio y al final de cada viaje apostólico”. En el documento, fechado el 29 de junio de 2022 y hecho público tras su fallecimiento, vincula explícitamente este deseo a su práctica habitual como Papa, describiendo la basílica como el destino de su “último viaje terrenal”.
A lo largo de su pontificado, el argentino solía detenerse allí antes y después de cada viaje apostólico, para encomendar sus intenciones y agradecer la protección de la Virgen María, a quien veneraba bajo el título de “Salus Populi Romani” (Protectora del Pueblo Romano). Medios italianos mencionan más de 115 visitas durante su pontificado.
Ni siquiera su mal estado de salud en los últimos tiempos interrumpió esta tradición: tras recibir el alta médica, el 23 de marzo pasó por el templo para dejarle al cardenal Rolandas Makrickas un ramo de flores para que lo colocara ante el ícono de la virgen, conocida como Salus Populi Romani (la Protectora del Pueblo Romano). Mientras que el 12 de abril, volvió para rezar ante el ícono bizantino de la Virgen María.