nov (Reuters) -La ministra británica de Finanzas, Rachel Reeves, presentó el miércoles un presupuesto que recauda más impuestos de los trabajadores, los ahorristas y los inversores, con el fin de disponer de un mayor margen para cumplir sus objetivos de endeudamiento.
El organismo de control fiscal del país, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (ORP), recortó sus previsiones de crecimiento de la economía británica para los próximos años.
Pero en una cifra que los inversores siguen muy de cerca al evaluar los riesgos de endeudamiento de Reino Unido, la oficina afirmó que el Gobierno dispondrá ahora de más del doble del margen anterior para cumplir sus objetivos fiscales, incluso aunque aumente el gasto en bienestar social.
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Este resultado se debe en gran parte a los más de 26.000 millones de libras (34.400 millones de dólares) de nuevas alzas de impuestos, que se producen poco más de un año después de que Reeves ordenara subidas de impuestos por valor de 40.000 millones de libras, las mayores desde la década de 1990. Reeves había prometido que las medidas del año pasado serían puntuales.
"Sin duda, volveremos a encontrarnos con la oposición. Pero aún tengo que ver un plan alternativo creíble o más justo para los trabajadores", dijo Reeves entre vítores de los legisladores del Partido Laborista en el Parlamento.
"Pido a todo el mundo que contribuya, pero puedo mantener esa contribución lo más baja posible porque hoy haré nuevas reformas en nuestro sistema fiscal para hacerlo más justo y garantizar que los más ricos sean los que más contribuyan".
CAEN COSTOS DE ENDEUDAMIENTO
La rentabilidad de la deuda pública británica —que es sensible a la preocupación por un mayor endeudamiento— era menor a las 1340 GMT que antes de que se publicara el informe de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria por error antes del discurso anual de Reeves sobre impuestos y gastos ante el Parlamento.
La caída de los costos de endeudamiento sugirió que los inversores se sienten cómodos con el plan presupuestario. El valor de la libra esterlina subía frente al dólar y el euro.
La publicación anticipada sin precedentes, de la que informó en primer lugar Reuters, reveló los principales anuncios del presupuesto en materia de impuestos, crecimiento económico y cambios en las políticas individuales.
Reeves había prometido tomar "decisiones justas y necesarias" para mejorar el país y acelerar el crecimiento económico, pero reconoció el descontento entre los votantes.
Aunque las próximas elecciones nacionales británicas no están previstas hasta 2029, la autoridad de Reeves y del primer ministro, Keir Starmer, ha sido cuestionada en el seno del Partido Laborista, de centroizquierda.
Según la oficina, el margen de maniobra —la cantidad de gasto adicional o recortes fiscales que puede realizar el Gobierno sin salirse de sus normas presupuestarias— se situaba ahora en casi 22.000 millones de libras (28.900 millones de dólares) en cinco años.
En marzo, la ORP había pronosticado un margen de 9.900 millones de libras, un nivel históricamente bajo que fue devorado por una rebaja de las perspectivas económicas del país, unos costos de endeudamiento superiores a los previstos y un giro de 180 grados en la reforma de la asistencia social.
Un sondeo de Reuters entre economistas publicado el martes apuntaba a una previsión media de aumento del margen hasta algo menos de 17.000 millones de libras.
En su evaluación presupuestaria, la oficina señaló que las alzas de impuestos previstas por Reeves recaudarían 26.100 millones de libras anuales de aquí a 2029-30, entre las que destacan una congelación más prolongada de los umbrales a partir de los cuales se empieza a pagar el impuesto sobre la renta y un tipo más alto del impuesto sobre la renta.
La prórroga de dos años de la congelación de los umbrales del impuesto sobre la renta —que introdujo por primera vez el anterior Gobierno conservador— recaudaría 8.000 millones de libras adicionales en el ejercicio 2029/30, según la oficina.
Reeves dijo en su primer presupuesto del año pasado que estaba devolviendo la estabilidad a las finanzas públicas tras las sacudidas provocadas por el Brexit, la pandemia del COVID-19 y la crisis de los "minipresupuestos" de la ex primera ministra conservadora Liz Truss.
Se redujo la generosidad de los incentivos a las pensiones, con cargas sociales sobre las cotizaciones a pensiones sacrificadas por el salario que recaudaron casi 5.000 millones de libras.
(Escrito por William Schomberg; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)
