En plena temporada de viajes largos, una duda vuelve a escena: ¿Qué guiño corresponde para “ceder el paso” en la ruta? La Ley Nacional de Tránsito 24.449 es clara. El vehículo que va a adelantar debe anunciar su intención con destellos de luces o bocina (zona rural) y mantener el giro izquierdo durante el desplazamiento lateral; tras completar la maniobra, vuelve al carril con giro derecho. En cambio, el vehículo que será sobrepasado debe mantenerse a la derecha, facilitar la maniobra y, si es necesario, reducir levemente la velocidad.
Y un punto clave: para indicar a los vehículos posteriores la inconveniencia de adelantarse, se pondrá la luz de giro izquierda, ante la cual deben abstenerse de sobrepasar. Es decir, el giro izquierdo no es para invitar a pasar, sino para advertir que no es seguro hacerlo.
¿Por qué importa? Porque el mal uso del guiño se mezcla con una realidad dura: una de cada dos colisiones fatales ocurre en rutas nacionales y provinciales. En 2023, la Agencia Nacional de Seguridad Vial registró 3.675 siniestros fatales; si la mitad sucedió en rutas, estamos hablando de alrededor de 1.800 muertes al año en ese tipo de vías. Además, en 2024 la cifra total ascendió a 4.027 muertes viales, el nivel más bajo de la última década, pero todavía alarmante. La combinación de velocidades altas, sobrepasos mal ejecutados y distracciones explica buena parte del riesgo.
Qué hacer (y qué no) con las luces de giro en ruta
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Si vas a adelantar: comprobá que la izquierda esté libre a distancia suficiente; destellos o bocina para avisar; giro izquierdo durante el desplazamiento; giro derecho para volver al carril. Maniobra rápida, decidida y sin interferir al sobrepasado.
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Si te van a adelantar: mantenete a la derecha, sostené trayectoria y no aceleres; podés aflojar suavemente para facilitar. Nunca “invites” a pasar con el giro izquierdo, porque ese guiño significa que no es seguro hacerlo.
Diez tips para que el viaje no sea fatal
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Planificá descansos cada dos horas o 200 km.
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Velocidad moderada: respetá máximas y adaptala a las condiciones de clima y visibilidad.
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Distancia de seguridad: al menos tres segundos; duplicala si llueve.
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Cero alcohol y drogas al volante.
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Cinturón de seguridad en todos los asientos y sistemas de retención infantil para menores.
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Luces reglamentarias siempre operativas; usa balizas solo ante detención o riesgo real.
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Neumáticos en buen estado, con presión correcta y dibujo mayor a 1,6 mm.
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Evitar sobrepasos en curvas, cimas o puentes; si dudas, no pases.
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Atención plena: sin celular, sin pantallas; mirada al frente y chequeo de espejos cada pocos segundos.
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Lectura del entorno: animales sueltos, camiones lentos, viento lateral y banquinas blandas exigen margen extra.
En síntesis: el giro izquierdo no “habilita” el paso, lo desaconseja. Adelantar requiere método, paciencia y tiempo. “Apurar” con señas erróneas en una ruta puede terminar en un choque frontal. Conducir de forma defensiva y entender el lenguaje correcto de las luces salva vidas.