Los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal iniciarán el martes una reunión de dos días en un momento en que la escalada de las tensiones en Oriente Próximo podría provocar una nueva sacudida de los precios de las materias primas y en un día en que se espera que los nuevos datos estadounidenses muestren una caída de las ventas minoristas y un estancamiento de la producción fabril en mayo.
Se prevé que el banco central estadounidense mantenga su tipo de interés de referencia a un día en el rango del 4,25%-4,50%, donde ha estado desde diciembre, y repita que no puede dar mucha orientación hasta que esté más claro si los aranceles a la importación y las medidas fiscales del presidente Donald Trump empujan la inflación al alza, socavan el crecimiento o —como su Gobierno sostiene que sucederá— mantienen el crecimiento en marcha mientras los precios se relajan. Trump ha exigido recortes inmediatos de los tipos.
Varios días de intensos intercambios de misiles entre Israel e Irán, sin embargo, le ofrecen a la Fed aún más razones para optar por la cautela después de que los precios del petróleo se dispararan y presentaran una posible nueva fuente de inflación, aunque los índices del crudo bajaban junto con los rendimientos de los bonos estadounidenses el lunes después de los informes de que el Gobierno iraní tenía intención de entablar conversaciones con EEUU e Israel para poner fin al conflicto. Los principales índices bursátiles estadounidenses subían.
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Aun así, los enfrentamientos pusieron de relieve la incertidumbre que los dirigentes de la Fed dicen que se ha apoderado de su debate de política monetaria desde que Trump regresó al poder en enero y dio a conocer un esfuerzo mucho más agresivo de lo esperado para elevar los impuestos a la importación y reescribir las reglas del comercio mundial.
Los responsables de la Fed han esperado en gran medida que las medidas comerciales de Trump tengan un efecto estanflacionario en la economía estadounidense en forma de una desaceleración simultánea del crecimiento y un aumento de los precios, por lo que el camino que tomará la política monetaria —ya sea recortes de tipos o un mantenimiento prolongado de los costes de endeudamiento en el nivel actual— dependerá de qué problema parece ser más grave.
Los datos de ventas minoristas y producción industrial que se publicarán el martes por la mañana podrían añadir peso a la evidencia de que la economía se está ralentizando.
Los economistas consultados por Reuters prevén que las ventas al por menor caigan un 0,7% en mayo, después de unos meses en los que los hogares parecían apresurar algunas compras para evitar los gravámenes a la importación que se avecinan, mientras que se prevé que la producción industrial aumente solo un 0,1%.
"Los consumidores probablemente se tomaron un respiro en mayo tras el fuerte aumento de marzo y un abril mediocre", dijo Scott Anderson, economista jefe de BMO para EEUU. Añadió que espera que la producción industrial caiga ligeramente durante el mes debido a "la incertidumbre de la guerra comercial, el aumento de los precios de los insumos y la ralentización de la demanda estadounidense y mundial".
La Fed emitirá un nuevo comunicado de política monetaria, así como proyecciones actualizadas para la economía y los tipos de interés de referencia a las 1800 GMT del miércoles. El presidente de la Fed, Jerome Powell, está emplazado a ofrecer una conferencia de prensa media hora más tarde.
Con información de Reuters
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