Este lunes, la Asociación Argentina de Actores confirmó el fallecimiento de Adriana Aizemberg, una de las figuras más queridas del teatro, cine y televisión nacional, a los 86 años. La actriz santafesina, reconocida por su amplia y prestigiosa trayectoria, con varios éxitos en El Trece, dejó una huella imborrable en la cultura argentina.
Desde siempre, Aizemberg mantuvo un perfil bajo, pero su talento la llevó a protagonizar obras y películas que marcaron época. “Siempre quise actuar”, confesó en una entrevista, recordando sus comienzos en un coro de su ciudad natal, donde entendió la importancia de entregarse al público. Su carrera abarcó más de 35 años de dedicación artística.
Nacida el 1 de diciembre de 1938 en Santa Fe, se consideraba “santafesina de ley” aunque su vida profesional transcurrió principalmente en Buenos Aires. Su familia, ligada a la cultura y el estudio, le abrió las puertas a un mundo artístico en el que se involucró desde joven. Su padre, odontólogo y amante del arte, fue clave para que Adriana conociera a figuras del teatro independiente que la inspiraron a seguir ese camino.
Su formación comenzó en la escuela del grupo teatral Fray Mocho, donde tuvo su primer gran rol al reemplazar a una actriz en "Historias para ser contadas", obra de Osvaldo Dragún. Rápidamente fue convocada por destacados directores como Lidée Lisant y Carlos Gorostiza, y estudió con Augusto Fernandes, quien fue su maestro y compañero en la fundación del grupo ETEBA, junto a figuras como Helena Tritek y Lito Cruz.
A lo largo de su carrera, Aizemberg participó en los escenarios más importantes del país con obras memorables como "La leyenda de Pedro", "Fausto", "El violinista en el tejado" y "América Hurrah". Su versatilidad le permitió interpretar una gran variedad de personajes, consolidándose como una actriz respetada y admirada.
En cine, su debut fue en 1966 con un pequeño papel en "Todo sol es amargo", pero se destacó especialmente en películas como "La Raulito" (1975), "Plata dulce", "El abrazo partido" y "Mundo grúa", esta última dirigida por Pablo Trapero y que le valió reconocimientos. En los noventa, se convirtió en una figura recurrente para los jóvenes cineastas, como Daniel Burman, con quien trabajó con entusiasmo.
Los trabajos de Adriana Aizemberg en El Trece
Su talento también brilló en televisión y plataformas digitales, con participaciones en ficciones y programas humorísticos como "El mundo de Antonio Gasalla", donde compartió escena con grandes como Juana Molina y Norma Pons. Recordó con cariño la experiencia: “Antonio me había visto en una obra y dijo: ‘A esta la quiero, si puede hacer esto puede hacer cualquier cosa’”.
Entre sus trabajos televisivos se cuentan "El encargado", "Planners", "Poliladron", "Mujeres asesinas", "Loco por vos" y "Amas de casa desesperadas", entre otros, en El Trece. Además, fue parte del emblemático ciclo "Cosa Juzgada" y mantuvo vínculos estrechos con figuras como Norma Aleandro y Alfredo Alcón, con quienes compartió tanto proyectos como grandes amistades.