Decenas de milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) entregarán el viernes sus armas en una ceremonia en el norte de Irak, lo que supone un primer paso, simbólico, pero significativo, hacia el fin de una insurgencia de décadas con Turquía.
El PKK, en conflicto con el Estado turco e ilegalizado desde 1984, decidió en mayo disolverse, desarmarse y poner fin a su lucha armada tras el llamamiento público de su líder Abdullah Ocalan, encarcelado desde hace tiempo.
Tras una serie de esfuerzos de paz fallidos, la nueva iniciativa podría allanar el camino para que Ankara ponga fin a una insurgencia que ha matado a más de 40.000 personas, lastrado la economía y provocado profundas divisiones sociales y políticas en Turquía y en la región en general.
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Se espera que unos 40 milicianos del PKK y un comandante entreguen sus armas en la ceremonia que se celebrará en la ciudad de Solimania, en el norte de Irak, según personas familiarizadas con el plan. El PKK tiene su base en el norte de Irak, tras haber rebasado la frontera turca en los últimos años.
Las armas se destruirán más tarde en otra ceremonia a la que asistirán personalidades de los servicios de inteligencia turcos e iraquíes, representantes del gobierno regional del Kurdistán iraquí y altos cargos del partido prokurdo turco DEM, que también desempeñó un papel clave para facilitar la decisión de desarme del PKK.
El PKK, DEM y Ocalan han pedido al Gobierno del presidente turco Tayyip Erdogan que atienda las demandas políticas kurdas. En un inusual vídeo publicado en internet el miércoles, Ocalan también instó al Parlamento turco a crear una comisión para supervisar el desarme y gestionar el proceso de paz en general.
Ankara ha dado pasos hacia la formación de la comisión, mientras que el DEM y Ocalan han dicho que se necesitan garantías legales y ciertos mecanismos para facilitar la transición del PKK a la política democrática.
Erdogan ha dicho que su Gobierno no permitiría ningún intento de sabotear el proceso de desarme y añadió que daría a la gente "buenas noticias históricas".
Omer Celik, portavoz del Partido AK de Erdogan, dijo que el proceso de desarme no debía prolongarse más de unos meses para evitar que fuera objeto de provocaciones.
Con información de Reuters