La foto venenosa, la postergación del acuerdo y un dato que entusiasma al PRO

Mauricio Macri quiere esperar a conocer el resultado de las elecciones porteñas para definir cualquier acuerdo en Buenos Aires. El ex presidente confía en Cristian Ritondo, quien lanzó un doble dardo en tan solo dos renglones. Una encuesta porteña muestra un dato preocupante para Milei y esperanzador para el PRO en CABA.

17 de abril, 2025 | 00.05

Con la inminente suspensión de las PASO en Buenos Aires, Mauricio Macri quiere estirar la definición bonaerense y subordinar cualquier negociación al resultado porteño. En Capital Federal, amarillos y violetas pelean, según las encuestas, por el segundo lugar, el mejor escenario posible para quienes quieren acordar desde una ubicación más cómoda.

Esta semana, cuando Diputados apruebe en Buenos Aires la pausa de las elecciones Primarias, quedará establecido el nuevo cronograma que, según la normativa vigente, tendrá el cierre de alianzas el 9 de julio y el de listas el 8 de agosto. Casi dos meses más de negociación.

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La foto de Cristian Ritondo con su tropa se enmarcó en esa disputa constante, una relación tóxica que, aseguran, va a terminar con un acuerdo en la provincia. El jefe de bloque PRO en Diputados, en el centro de las especulaciones por ser un leal a Macri pero, al mismo tiempo, encabezar las charlas con los libertarios, estuvo junto a sus dirigentes más cercanos.

De la imagen participaron los legisladores nacionales Alejandro Finocchiaro, Martín yeza (que también es presidente de la Asamblea del PRO nacional); María Florencia de Sensi y Javier Sánchez Wrba. A ese listado se le sumó el de los dirigentes provinciales Alex Campbell, Aldana Ahumada, Matías ranzini y Rita Salaberry, además de los porteños Ignacio Parera, Paola Micheloto y la candidata de la juventud, Rocio Figueroa.

La foto envió varios mensajes venenosos. Por un lado, se confió, que los presentes conforman un grupo de trabajo que es parte de un equipo más grande, el PRO. Hace años que comparten militancia y suelen reunirse para hablar de política y de coyuntura, tanto nacional como bonaerense y porteña con el fin de generar propuestas para generar cambios y mejoras.

Por el otro, una misiva hacia dentro del propio partido para, en medio de las turbulencias, bajar un cambio y llegar a un acuerdo porque “el populismo no termina en la General Paz”. Una frase que puede ser leída como una crítica a los libertarios por impulsar la fragmentación porteña como por una advertencia a Mauricio que, producto de la guerra capitalina, podría no querer avalar un pacto en Buenos Aires.

Macri confía en Ritondo. Es uno de los negociadores "del PRO, no personal", se lanzó desde el entorno del jefe del partido nacional para remarcar, una vez más, que el diputado no tiene pensado romper ni cambiar su identidad. Como si todo tuviera un aval de Mauricio.

La división geográfica del pacto será muy difícil de explicar si, eventualmente, llegan a una síntesis de un lado de la avenida y se desangran del otro. “Queremos un acuerdo con el PRO en la provincia de Buenos Aires”, dijo Guillermo Francos en diálogo con TN para responder las dudas de Mauricio. “Sería ridículo pensar en que quienes pensamos más o menos parecido no intentemos buscar un acuerdo”.

Según el jefe de Gabinete, “no fueron solamente fotos” las que hubo entre los negociadores PRO y los libertarios bonaerenses. “Las fotos son símbolos de una fuerza que está construyéndose en la provincia de Buenos Aires. Por un lado La Libertad Avanza y un acuerdo político con dirigentes del PRO que quieren trabajar en conjunto”. El fragmento circula en chats amarillos como una luz de esperanza. 

La idea deslizada por Francos, una vez más, es la de la negociación con referentes puntuales, mientras que el macrismo pide un acuerdo partidario. “Si nos hubiéramos querido ir, ya nos hubiéramos ido” del espacio amarillo, dijo un dirigente acuerdista para remarcar que ellos son PRO y que este tipo de idas y vuelta son propios del período de seducción.

“En una negociación, todos nos subimos el precio”, porque, de lo contrario, el otro te pasa por encima y los macristas no están dispuestos a aceptar cualquier cosa. Mauricio prefiere enfriar la discusión y esperar al resultado porteño que, según los números que arroje, le dará más o menos fuerza para negociar en la provincia.

Los sondeos

Santiago Giorgietta, director de la consultora Proyección, describió el panorama capitalino en diálogo con FM RE. “Hace seis meses, (Manuel) Adorni era el ganador indiscutible en la elección. Hoy ya no es ese el escenario”, por dos motivos. Por un lado, “la caída de la imagen de de Javier Milei”, particularmente después de la estafa de $Libra que afectó fuertemente su credibilidad. Por otro lado, la percepción de la gestión libertaria no es la mejor en la Ciudad, donde incluso es mejor visto el desempeño de Jorge Macri. “Todo eso le está poniendo un límite a la candidatura de Adorni”, sumado a la aparición de Ramiro Marra, que le construyó un “cielo raso, más abajo, que hoy lo ubica en relación a los 20 puntos”.

En cuanto al PRO, Proyección lo tiene ubicado en tercer lugar pero “cada vez más cerca de Manuel Adorni”. De este modo, el panorama es de un macrismo en crecimiento y de un espacio libertario en caída. Ambos peleando el segundo puesto. Giorgietta descartó la posibilidad de que los amarillos queden en cuarto lugar, aunque la figura de Horacio Rodríguez Larreta le coma parte del potencial votante.

Otro dato interesante es el de los indecisos que, en gran medida, “son votantes de Patricia Bullrich” que no tienen claro si apoyarán al PRO o a LLA. “Son indecisos votantes de Bullrich, pero votantes PRO, sobre todo”. Este martes, el bullrichismo salió a patrullar las calles para recolectar adhesiones. 

En esa competencia cabeza a cabeza, una figura central es la de Mauricio. Giorgietta anticipó un dato interesante para ver el peso que tiene Macri en la Ciudad y entender por qué está tan metido en la campaña. Pusieron a jugar al ex presidente con Milei y con Bullrich, y en ambos casos ganó el jefe del PRO.

Ante este escenario de extrema fragmentación, Macri decidió esperar el resultado de la Ciudad. ¿Por qué? Porque si no gana ninguno de los dos, podrán sentarse en una mesa un poco más de igual a igual. Si el victorioso es el sector libertario, al macrismo no le quedará mucho margen para exigir nada. Si los que celebran son los amarillos, Mauricio tal vez quiera pedir mejores condiciones.