El sorpresivo cambio en los resultados de septiembre a octubre en la provincia de Buenos Aires se explica por dos movimientos coincidentes: La Libertad Avanza (LLA) sumó muchos votos por la suba de la participación entre una y otra elección. En los comicios provinciales la participación había sido del 61%, mientras que en los nacionales fue del 68%. Sumado al recorte de la diferencia que se había plasmado 50 días antes en la elección de este domingo, ese dato habla de una reactivación parcial del electorado oficialista que LLA logró con una intensa campaña concentrada, principalmente, en la última semana antes de la elección. A eso, agregó a su conteo los votos que en septiembre habían ido a terceras opciones (como las de los intendentes Pablo Petrecca y Manuel y Santiago Passaglia). Mientras que, en la vereda de en frente, Fuerza Patria (FP) perdió un puñado de votos en cada urna, lo que lo complicó en el conteo final.
El peronismo en la provincia de Buenos Aires perdió unos 120.000 votos respecto de septiembre, descontando a los votantes extranjeros que están habilitados para elegir representantes locales pero no nacionales. Considerando que la diferencia entre las listas de LLA y FP fue de unos 46.000 votos, esa pérdida que en otra elección no hubiera parecido decisiva terminó siendo relevante. Aunque, en comparación con la pérdida de 420.000 votos en las provincias del Norte respecto de la última elección comparable (la legislativa de 2021), el impacto de la merma bonaerense a nivel nacional fue menor.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Análisis de la consultora Ad Hoc
En un contexto de baja participación electoral, fue estratégicamente acertada la decisión temprana del Gobierno Nacional de convertir al día en un plebiscito respecto de la continuidad (ya no de la gestión) de Javier Milei, agitando en el último tramo de la campaña el temor a un 2001 si el respaldo popular no aparecía, los mercados se agitaban (más de lo que estaban) y Donald Trump terminaba abandonando al libertario a su (mala) suerte. La activación parcial del electorado libertario le alcanzó a Milei para llevar la elección a una hiperpolarización, que provocó que ocho provincias –un tercio del país– se definieran por diferencias menores a un punto porcentual. Entre ellas, la mismísima Buenos Aires:
- En provincia de Buenos Aires, donde ganó LLA, hubo unos 46.600 votos de diferencia en el escrutinio provisorio. Aún faltan contar 132.789 sufragios.
- En La Rioja, donde ganó FP, la diferencia entre el primero y el segundo fue de 621 votos. Todavía faltan contar 2.467.
- En Chaco ganó LLA por 4.741 sobre el segundo. Todavía faltan contar 1.729.
- En Chubut ganó LLA por 1.442 votos y faltan contar 4.546.
- En Río Negro ganó FP en el tramo senadores por 2.101 votos y faltan contar 3.360.
- En La Pampa ganó FP por 2.093 y resta tabular un puñado de boletas.
- En Corrientes hubo 6.754 votos de diferencia a favor de Provincias Unidas y aún restan contar 3.000.
- Y en Santa Cruz la diferencia en favor de FP fue de 728 votos y restan contar 357.
The Wall Street Journal publicó este martes un análisis de la elección argentina –a la que el lunes le dio el lugar más relevante en su tapa impresa– una nota titulada "Los barrios marginales de Argentina abandonaron el peronismo y le dieron la victoria a Milei". En el análisis, consideró que el hecho de que LLA haya ganado en la provincia de Buenos Aires marca el regreso de las bases electorales que había conseguido en 2023, sorprendentes por su heterogénea composición socioeconómica. Otros análisis, como el de Rodrigo Zarazaga, del CIAS, sin embargo, muestra que la integración electoral de LLA se mantiene –como venían mostrando las encuestas de opinión– más parecida a lo que fue Cambiemos. Es decir, integrada principalmente por las clases medias y medias altas.
En la primera sección electoral bonaerense, la más poblada de la provincia y que suele funcionar como péndulo, siempre eligiendo al ganador, el comportamiento electoral ratifica la prevalencia del peronismo en los sectores postergados aunque también registra el recorte fenomenal de LLA entre la elección del 7 de septiembre y la del 26 de octubre. El municipio de San Martín, por ejemplo, ratificó el triunfo que ya le había dado a FP en septiembre, aunque la diferencia entre peronistas y libertarios pasó de 16 puntos en septiembre a 1,5 puntos el último domingo. Un recorrido por el resultado de la votación en las zonas más pobres de San Martín confirma esa tendencia:
- Escuela primaria 65/secundaria 38 (San Martín - José León Suárez)
Octubre: LLA 41,88% vs FP 41,70% (hubo cuatro votos de diferencia)
Septiembre: FP 52% vs LLA 38%
- Escuela primaria 51 (San Martín - José León Suárez)
Octubre: FP 45% vs LLA 39%
Septiembre: FP 58% vs LLA 33%
- Centro Juvenil 9 de Julio (San Martín - José León Suárez)
Octubre: FP 58% vs LLA 29%
Septiembre: FP 71% vs LLA 23%
- Centro Juvenil Costa Esperanza (San Martín - José León Suárez)
Octubre: FP 56% vs LLA 31%
Septiembre: FP 71% vs LLA 22%
También en la primera sección, San Miguel muestra la contracara. En una de sus zonas más pudientes, Bellavista, LLA tomó tal impulso que juntó la cantidad de votos necesarias para dar vuelta la elección de septiembre. Con cincuenta días de distancia, en San Miguel primero ganó el peronismo por 10 puntos de diferencia y el domingo último se impusieron los libertarios por cinco puntos a su favor. Paradójicamente, San Miguel está a la vez en el top 10 de municipios donde más votos ganaron entre una elección y otra tanto LLA como FP. Aunque con un matiz que cambia todo: entre septiembre y octubre LLA ganó 27.200 votos y FP 7.600.
- Escuela 8 (Bellavista)
Octubre: LLA 58% vs FP 25%
Septiembre: LLA 50% vs FP 35%
- Colegio Jesús María (Bellavista)
Octubre: LLA 53% vs FP 30%
Septiembre LLA 45% vs FP 43%
- Escuela Modelo (Bellavista)
Octubre: LLA 54% vs FP 28%
Septiembre: LLA 50% vs FP 36%
La recuperación de los votos libertarios se dio en 134 de los 135 municipios bonaerenses. Es decir, en prácticamente toda la provincia. Sólo perdió votos en un municipio: paradójicamente, el de su primer candidato en septiembre: Tres de Febrero. El conteo, sin embargo, es marginal. Dejó en el camino apenas unos 300 votos. La contracara es Fuerza Patria, que –sin contar el padrón de extranjeros– perdió votos respecto de septiembre en gran parte de la provincia. Casi 70.000 en La Matanza, 33.000 en Esteban Echeverría (donde la escisión de Fernando Gray se llevó 34.000 votos), 23.000 en Merlo, 22.000 en General Pueyrredón, casi 20.000 en Quilmes, 19.000 en Florencio Varela y 17.000 en Lomas de Zamora. Una sangría que en muchos casos igual le permitió ganar los municipios, pero que en una elección hiperpolarizada terminó siendo clave en el resultado final.
