En un domingo de pronóstico tormentoso poco más de dos millones y medio de porteños resolverán la primera elección de 2025 que nacionalizó su discusión, con los temas locales en segundo plano. En un dato atípico para la ciudad de Buenos Aires, el candidato del peronismo/Es Ahora, Leandro Santoro, se presenta con buenas posibilidades dada la dispersión de la oferta de la derecha, mayoritaria en un distrito que el Pro gobierna desde hace 18 años. Los datos a evaluar cuando se conozcan los resultados serán si, por un lado, Santoro confirmó ese favoritismo y si fue con un número mejor que el habitual del PJ. Por el otro, el resultado de la interna abierta entre el candidato de La Libertad Avanza, Manuel Adorni, y la del Pro, Silvia Lospennato, representantes de Javier Milei y Mauricio Macri en la contienda. Los sondeos posicionaban mejor a Adorni, incluso algunos los mostraban en paridad con Santoro.
Se eligen 30 legisladores porteños, pero de los asuntos de la Legislatura fue lo que menos se habló durante una campaña que sólo despertó interés en el tramo final. Suspendidas las PASO, el resultado fue que las cinco listas que compitieron en las legislativas de 2021 -cuyo mandatos ahora se renuevan- este domingo habrá 17 para elegir. El Pro pone en juego 14 bancas de legislador, Unión por la Patria 8, La Libertad Avanza 6 y el Frente de Izquierda 2. Se votará con el sistema de Boleta Unica Electrónica y se espera que los datos comiencen a difundirse incluso antes de las 21, en un conteo que debería finalizar temprano.
Santoro fue el único de los tres candidatos con más posibilidades que se ocupó de hablar de los problemas de la ciudad. Los viene trabajando desde hace tiempo porque fue candidato a jefe de gobierno en 2023 y aspira a serlo nuevamente en 2027. Con todo, en el último tramo también apeló a terminar con las políticas de abandono y de crueldad, marcando sus diferencias tanto con la gestión de Jorge Macri como con la de Milei en Nación. Apeló al voto útil de los electores peronistas, progresistas y de izquierda planteando la posibilidad única de derrotar en la misma elección a las dos gestiones que se pelean por representar los argumentos de la ultraderecha.
De origen radical, Santoro y su equipo neutralizaron la campaña en busca de sumar por afuera, dado que el antiperonismo porteño es alto. Dejaron atrás el sello de Unión por la Patria y el tradicional azul celeste, lo cambiaron por el lema Es Ahora Buenos Aires y el verde, que remite a lo ambiental. En la elección de 2023, Santoro obtuvo el 32% como candidato a jefe de gobierno, pero iba pegado a la boleta presidencial de Sergio Massa. Con ese porcentaje, este domingo prácticamente se aseguraría el triunfo, pero luchará con la dispersión en otras dos boletas que se adjudican DNI peronista: la de Seamos Libres, que encabeza Juan Manuel Abal Medina, y la de Principios y Valores, con Alejandro Kim. Un triunfo de Santoro serviría para revitalizar al peronismo, golpeado por las divisiones y los malos resultados en las cinco primeras elecciones provinciales del año.
El gobierno de Milei decidió jugar con todo en CABA en su idea de derrotar al macrismo y quedarse con la franquicia de la derecha, sin necesidad de acuerdos formales. Colocó como candidato a su vocero Adorni, de las caras más conocidas que tenía a mano. Adorni hizo poco por disimular que de la ciudad no conocía prácticamente nada y su propuesta fue trasladar el "modelo Milei" al territorio capitalino. Habló de motosierra, despidos y baja de impuestos. Básicamente, buscó en todo momento que se lo identifique con Milei. En el caótico cierre de campaña, lo acompañaron el Presidente, su hermana Karina y todo el gabinete. En la última semana, además, Adorni utilizó su función como vocero para hacer anuncios de tinte electoralista.
Milei y Karina suspendieron el viaje previsto al Vaticano para acompañar a Adorni. En la Casa Rosada se ilusionaban con un batacazo. Milei volvió sobre la idea de "poner el último clavo al ataúd del kirchnerismo", pero en verdad imaginaban un tiro de gracia al macrismo. Superar el kirchnerismo sería una yapa. Hubo encuestas que ubicaban a Adorni en primer término, pero también hubo otras en las que aparecía en un segundo puesto peleado con el Pro. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Milei obtuvo apenas el 20% en la Capital, pero en la balotaje con Massa subió al 57%. Este domingo se conocerá su actual nivel de apoyos entre los porteños, a los que -a priori- se pensaría distantes a algunas de los planteos de la batalla cultural libertaria, que elimina derechos y habilita ataques a determinados grupos.
Adorni dividirá votos con el candidato de la Ucedé, Ramiro Marra, co fundador de La Libertad Avanza y candidato a jefe de gobierno en la última elección. Díscolo a sus directivas, Karina Milei decidió expulsarlo del partido y Marra -que renueva banca de legislador- decidió presentarse por las suyas. Hizo su campaña casi enteramente contra la gente que vive en la call -calificándolos como "fisuras"- y como último acto anunció el sorteo de diez mil dólares que dijo haberse ahorrado por no alquilar un búnker para este domingo.
La campaña porteña blanqueó la guerra entre La Libertad Avanza y el Pro, que llevó a la confrontación abierta entre Milei y Macri. Especialmente, luego del fracaso del proyecto de Ficha Limpia en el Congreso. La candidata macrista, la diputada Silvia Lospennato, era impulsora de la iniciativa y esperaba su aprobación como su gran hito. En verdad, los candidatos fuertes del macrismo eran María Eugenia Vidal y Fernán Quirós, pero ambos rechazaron el convite. Lospennato aceptó de apuro, por lo que debió renunciar a la presidencia del Pro de la provincia de Buenos Aires y no hizo a tiempo para empadronarse en Capital, por lo que no podrá votar.
Con poco para destacar de una gestión deslucida como la de Jorge Macri, la pelea en torno a Ficha Limpia le permitió a Lospennato ganar en conocimiento. El Pro buscó en los últimos días aferrarse al amarillo y el tono festivo de los actos que caracterizaron sus mejores épocas, pero se notó forzado. Ni por asomo conseguirá renovar los 14 legisladores que pone en juego. La gobernabilidad de CABA quedará afectada y, si sale tercero, su futuro como fuerza política es una incógnita. Para peor, tiene una fuerte competencia con el ex jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, quien decidió volver a la política activa en esta elección luego de su derrota en las PASO presidenciales.
Rodríguez Larreta se dedicó a criticar a la actual gestión y a compararla con la suya. Anticipó su intención de volver a candidatearse dentro de dos años, algo que ya hizo que se convirtiera en uno de los blancos dilectos en el acto de cierre del Pro. La mayoría de las encuestas lo ubicaban en el cuarto puesto y es claro que su cosecha será proporcional con Lospennato: mientras más baje uno, más obtendrá el otro.
El Frente de Izquierda es la cuarta fuerza que pone en juego legisladores en esta elección. Lleva como candidata a la diputada Vanina Biasi, que planteó la necesidad de revertir los ajustes de Macri y de Milei. El FIT mantiene un caudal propio desde hace años en Capital, pero que no pudo incrementar. En este comicio se presentan otras opciones de izquierda como La Izquierda en la Ciudad /Nuevo MAS, con Francisco Winokur, y Confluencia/Por la Igualdad y la Soberanía, con una boleta encabezada por Eva Koutsovitis.
Además de Lospennato y Rodríguez Larreta, hay otras dos listas surgidas de la implosión de lo que fue Juntos por el Cambio. Una es la de Evolución responde a la UCR -una fuerza con tradición en Capital- de Martín Lousteau, que decidió preservarse de la elección local y puso como candidata a la dirigente universitaria "Lula" Levy, una jugada de riesgo. La otra boleta es la Coalición Cívica de Elisa Carrió, que postula a la diputada Paula Oliveto.
Con mucho en juego, será una elección para seguir voto a voto. Una prueba de esa puja fue lo que sucedió este sábado en las redes, con las viralización de un video hecho con inteligencia artifical en el que un supuesto Macri anunciaba la baja de la postulación de Lospennato para que no ganara el kirchnerismo. Los trolls libertarios se encargaron de difundir la broma que, tal vez, algún usuario poco avezado podría tomar por real. Un clima de época.