En una maniobra polémica, el Gobierno va a cambiar el CONICET y se investigará solo lo que quiere Javier Milei. La Casa Rosada trabaja en un decreto para modificar la "gobernanza" del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
El DNU que será publicado en semanas modificará el directorio del organismo estatal para poder intervenir en el trabajo de los científicos. La información fue confirmada por una alta fuente del Gobierno a El Destape. De manera brutal, aseveró sobre la decisión: “Queremos nosotros definir qué se investiga y cómo. No queremos más esos informes que hablan sobre el ano de Batman”, expresaron en Balcarce 50.
La idea de Milei es ampliar los integrantes del directorio con el objetivo de que sacarles poder a los representantes de la comunidad científica y las universidades nacionales. Un plan que pensaron el Presidente, su ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y el titular del CONICET, Daniel Salamone.
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En el Gobierno son críticos sobre todo de los informes técnicos que realiza el CONICET con respecto a las ciencias sociales. Fue parte de la campaña de las redes libertarias en 2023: burlas a estudios que se hacían sobre diversos temas sobre la cinematografía.
Este se trata de un avance más del Gobierno sobre el CONICET. En el organismo actualmente hay más de 26 mil trabajadores. Hay un directorio de ocho miembros sumado al presidente (hoy es Salamone, designado por el Ejecutivo). Los integrantes del directorio son elegidos a partir de ternas que proponen las universidades, organizaciones científicas, industriales y agrícolas. Duran cuatro años en el cargo.
El Directorio supervisa las actividades y políticas del organismo y la organización interna incluye Centros Científico-Tecnológicos (CCT), Centros de Investigaciones y Transferencia (CIT), Unidades Ejecutoras (UE) y Unidades Asociadas (UA), distribuidos por todo el país.
El trabajo en el CONICET abarca cuatro grandes áreas: Ciencias Agrarias, Ingeniería y de Materiales; Ciencias Biológicas y de la Salud; Ciencias Exactas y Naturales; y Ciencias Sociales y Humanidades.
La idea del Gobierno ahora es intervenir directamente en los trabajos, informes y estudios que se realizan a diario y sobre todo el direccionamiento de los mismos. El objetivo principal es ir licuando las tareas enfocadas en Ciencias Sociales y Humanidades.
Un destino similar podría caberle al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). El Gobierno podría jugar de la misma manera con los directorios de ambos, tal cual lo hará en el CONICET.