El discurso de Javier Milei en el Foro de Davos contra los homosexuales le trajo consecuencias negativas inmediatas en una zona donde más le interesa: el mundo digital. La repercusión fue totalmente negativa. Por eso, el Gobierno salió con la usina de trolls al frente con dos protagonistas para intentar volver a tomar la iniciativa: por un lado la artista Lali Espósito y por el otro, el gobernador Axel Kicillof.
La consultora Ad Hoc midió el impacto en la imagen digital de Milei tras sus palabras en Suiza. Las cifras exhibieron que del 1 al 22 de enero (previo a a su discurso), el 61% de la imagen era positiva y cosechaba el mandatario apenas un 25% negativo. Pero del 23 enero al 2 de febrero (luego de tratar a los homosexuales de pedófilos) el estudio mostró que los resultados positivos cayeron a un 37% y la parte negativa alcanzó el 50%. Una catástrofe que el Gobierno no vio venir y tuvo reacción tardía.
El Presidente aprovechó la agraciada entrevista que le hizo Esteban Trebucq este lunes para poner sobre el debate público a Lali Espósito, que estuvo presente en la multitudinaria marcha del sábado.
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Tras atacarla en Casa Rosada a través de la señal LN+, el ejército de trolls del Gobierno con las cuentas que responden a la Casa Rosada reforzaron el debate público con una fake news. Afirmaban con una foto editada y falsa que había cobrado 200 millones de pesos para ir a la marcha y el monto había sido abonado por Amnistía Internacional.
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La organización de Derechos Humanos salió a desmentirlo al igual que la propia arista. "Esta fake news se da en el marco de una serie de informaciones malintencionadas que buscan deslegitimar el trabajo de los colectivos, organizaciones y referentes que luchan por los derechos de las personas y que alzan su voz contra la violencia y las injusticias. Basta de mentiras", comunicó la entidad.
La cantante también salió a negarlo y escribió en Instagram en un posteo: “QPQT”, en referencia a aquél tuit “qué peligroso, qué triste” de la campaña 2023. “Saludos querido equipo de amnistía! Para adelante con la verdad y el amor”, agregó Lali. Y en sus stories de IG compartió: “La desinformación es un mal de nuestra época. Se imponen las noticias falsas. Ya no importa si es verdad o mentira”. En la entrevista, Milei la llamó "Ladri Depósito" y pidió que sea candidata.
El Gobierno sintió el golpe de la marcha y la multitudinaria convocatoria. Pero hay algo que lo dejó aun más perplejo: la derrota en las redes sociales. Salieron varios actores de la sociedad argentina impensados, como por ejemplo Ángel de Brito, a manifestarse en contra de los dichos de Milei. Pegó en la zona que más le duele al Gobierno: millones de visualizaciones y seguidores contra el Presidente. La peor pesadilla de los libertarios.
Por otro lado, el Gobierno armó una campaña el viernes contra Kicillof. Haciendo uso político de la muerte de un trabajador en el distrito bonaerense de Moreno, la Casa Rosada puso al frente a la usina que responde al asesor presidencial Santiago Caputo a limar al gobernador de PBA en las redes sociales. Hasta el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, hizo de troll en su cuenta de X para sumar volumen.
Hoy El Destape dio a conocer que Manuel Adorni sumó 30 personas más a un área clave denominada "La Usina", que estaban bajo la órbita de la ahora desaparecida Secretaría de Prensa pero que respondían políticamente al vocero presidencial. Ya son 90 los empleados del relato oficial que trabajan en el Centro Cultural Kirchner para monitorear las redes sociales, tal cual contó Milei ayer en la entrevista con LN+.