El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el inminente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al asegurar que es "la primera vez" que tendrá el objetivo de "reparar el daño que la política le ha provocado a los ciudadanos", pese a que él mismo era el titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA) cuando el país recibió el préstamo de $50 millones de dólares en 2018, durante la gestión de Mauricio Macri.
"Acuerdo con el Fondo: otro 'ésta ya la vimos' erróneo. Esta tampoco pudo haberse visto, porque tampoco pasó nunca en nuestra historia. Como bien marca la tapa de Clarín de hoy, es la primera vez que se hará un acuerdo con el Fondo para reparar el daño que la política le ha provocado a los ciudadanos vía el abuso del gasto público y consecuente déficit fiscal", escribió Caputo en su cuenta de la red social X.
En su mensaje, el ministro adjuntó una imagen de la tapa del diario Clarín de este martes, que tiene en primer lugar el siguiente título: "El Gobierno usará la plata del FMI para pagar la deuda con el Central que dejó el kirchnerismo".
Al festejar este nuevo trato con el organismo financiero, Caputo recalcó que la gestión de Javier Milei pudo "terminar" en el 2024 con "el déficit fiscal y cuasi fiscal heredados" y que este acuerdo "permitirá solucionar el problema de los stocks (déficits acumulados del pasado), que derivaron en la apropiación de las reservas del Banco Central vía deuda del Tesoro Nacional". "Saneado el desequilibrio del flujo y del stock, podremos finalmente terminar de derrotar la inflación y emprender un sendero de crecimiento económico sostenible en el tiempo", añadió.
El artículo de Clarín compartido por Caputo hace alusión al decreto de Milei sobre la nueva deuda contraída, el cual deberá ser tratado por el Congreso Nacional. "En el texto del DNU, el Gobierno se compromete a cancelar parte de la deuda que el Tesoro tiene con el Banco Central, generada durante la gestión de Cristina Kirchner y, de ese modo, recomponer las reservas de la autoridad monetaria. Se trata de un cambio de acreedor, ya que el Ministerio de Economia, en vez de deberle al Central, será deudor del FML", indica el artículo que citó el ministro.
El DNU para contraer nueva deuda, sin monto ni intereses
El gobierno nacional publicó el DNU del acuerdo para contraer nueva deuda que deberá ser tratado por el Congreso Nacional. La publicación carece de especificidades como el monto de deuda a contraer o los intereses a pagar.
Así lo hizo el presidente Javier Milei al firmar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 179/2025, que establece un nuevo Programa de Facilidades Extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La decisión ya fue remitida a la Comisión Bicameral Permanente del Congreso, que deberá evaluar su validez.
Sin embargo, no se trata de un "pedido de autorización", como había afirmado la Oficina del Presidente la semana pasada, ya que la "aprobación de la operación de crédito" con el FMI se realiza de manera instantánea al publicarse el DNU.
Los puntos clave sobre el acuerdo con el FMI ausentes en el DNU
De este modo, el Gobierno aprobó el acuerdo con el Fondo sin especificar algunos puntos clave sobre él. En primer lugar, el texto del decreto nunca señala el monto del crédito que se incluirá en el nuevo programa, por lo que habrá que esperar a la publicación del acuerdo de nivel técnico (Staff Level Agreement) para saber ese detalle. El mercado consideraba que se trataría de un préstamo extra de "dólares frescos" por entre 8.000 y hasta 15.000 millones de dólares.
Además, el texto del DNU tampoco establece qué tasa de interés tendrá que afrontar Argentina bajo el nuevo programa para devolver tanto el crédito ya otorgado en 2018 como los dólares extra que se incluirán en este nuevo acuerdo.
Al contrario, lo que sí especifica es que el nuevo acuerdo, al igual que el firmado en 2022, será un Programa de Facilidades Extendidas, cuya deuda se devuelve a un más largo plazo y que establece la implementación de "reformas estructurales" en la economía. En cambio, el acuerdo de 2018 había sido un programa Stand-By, de menor plazo y menos condicionalidades formales.