La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal resolvió mantener la prisión domiciliaria de Cristina Kirchner en su departamento de San José 1111, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y ratificó que debe continuar usando la tobillera electrónica. La decisión, adoptada en parte por unanimidad y en parte por mayoría, también convalidó las restricciones para que personas ajenas a su entorno íntimo puedan visitarla sin autorización previa del tribunal de ejecución.
El máximo tribunal penal del país, integrado por los jueces Mariano Borinsky (presidente), Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, resolvió de forma unánime que la ex mandataria debe seguir cumpliendo la condena bajo arresto domiciliario. Se desestimaron los pedidos del Ministerio Público Fiscal, que había solicitado que Kirchner fuese trasladada a un penal del Servicio Penitenciario Federal o que se modificara su lugar de cumplimiento de la pena. Para ello, los magistrados se apoyaron en un informe socioambiental favorable elaborado por la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal.
En su voto, Borinsky subrayó que por ahora no hay razones para cambiar el domicilio, aunque no descartó que esa posibilidad sea evaluada en el futuro con el fin de preservar el orden público.
MÁS INFO
En otro tramo del fallo, y con el respaldo de Hornos y Barroetaveña, el tribunal rechazó el recurso de la defensa de Fernández de Kirchner, que solicitaba eliminar las restricciones para recibir visitas. De esta forma, se mantuvo la exigencia de pedir autorización judicial para quienes no forman parte de su círculo íntimo. Borinsky votó en disidencia, al considerar que esa limitación no está prevista en la ley y vulnera derechos constitucionales como la intimidad y la actividad política.
En cuanto al monitoreo electrónico, también por mayoría se decidió sostener el uso obligatorio de la tobillera. El juez Borinsky volvió a apartarse de esa postura: argumentó que el dispositivo no es necesario, dado que se trata de una figura pública, siempre sujeta al control judicial, y que cuenta con custodia oficial. Además, señaló que la utilización de tobilleras debe reservarse para casos más urgentes, dado su uso limitado y la escasez de dispositivos.
Así, la Casación Federal dejó firme que la ex presidenta continuará bajo arresto domiciliario, con vigilancia electrónica y visitas restringidas, consolidando el esquema de cumplimiento de pena definido tras la condena confirmada por la Corte Suprema.