Así fue el rescate de más de 20 perros de un criadero ilegal de Saavedra en condiciones deplorables

La mayoría de los animales adultos se encontraban hacinados en jaulas y en condiciones insalubres en el barrio porteño. Los perros fueron derivados a una ONG para recibir atención veterinaria.

23 de diciembre, 2025 | 20.02

Más de 20 perros de la raza Airedale Terrier fueron rescatados de una vivienda en el barrio porteño de Saavedra, donde funcionaba un criadero ilegal. El operativo fue encabezado por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo de Blas Matías Michienzi, e incluyó la intervención de distintos organismos de la Ciudad de Buenos Aires.

La investigación empezó a partir de una denuncia presentada ante la UFEMA, que derivó en la intervención del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad. Según la información oficial, las tareas de investigación permitieron comprobar la existencia de un criadero ilegal en una vivienda ubicada en la calle Pico al 4900.

De acuerdo a la investigación, los responsables del lugar tenían a los animales en condiciones que violaban la normativa vigente sobre bienestar animal. El fiscal Michienzi solicitó una orden de allanamiento al Juzgado PCyF 19, a cargo del juez Nicolás Repetto.

Así fue el operativo de rescate

El objetivo principal era detener la actividad ilícita y garantizar la protección de los animales, ya que estaban expuestos a una situación de riesgo. Tras concederse la orden, se coordinó un operativo conjunto en el que participaron el CIJ, la División Delitos Ambientales de la Policía de la Ciudad, la Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA), la División Perros y la Dirección General de Canes y Felinos Domésticos del GCBA, además de un equipo de médicos veterinarios.

Mientras se realizaba el allanamiento, los especialistas confirmaron la presencia de 23 perros de la raza Airedale Terrier, entre los que había cinco cachorros de aproximadamente tres meses, 14 hembras adultas y nueve machos jóvenes y adultos.

Los veterinarios detectaron que los animales estaban sucios, tenían un fuerte olor a materia fecal y, en algunos casos, con sarro dental. Los animales tampoco contaban con un plan sanitario vigente, lo que aumentaba los riesgos para su salud.

Cómo era el espacio donde estaban los perros

El espacio donde permanecían los animales no era adecuado para su tamaño ni necesidades. La mayoría de los ejemplares eran de gran porte y estaban de a dos dentro de jaulas reducidas, sin posibilidad de movimiento para caminar o pararse cómodamente.

Según el informe veterinario, el agua y la comida eran insuficientes para la época del año, pero los recipientes para los líquidos se encontraban en condiciones insalubres. Además, los ambientes carecían de ventilación y luz solar con el propósito de evitar que los perros ladraran. El piso de las jaulas y los alrededores acumulaban una gran cantidad de materia fecal, lo que agravaba la situación sanitaria.