Con paisajes y climas tan diversos, la fauna en la Argentina es de las más magníficas del mundo. En nuestro país, se pueden encontrar especies de todo tipo, como un particular pájaro que posee uno de los cantos más llamativos del ecosistema terrestre.
Se trata del hornero, cuyo nombre científico es Furnarius rufus, un ave que vive mayormente en América del Sur, en especial, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina.
Suele tener como hábitat natural sitios con muy poca vegetación, tales como pastizales o matorrales, aunque también puede habitar en áreas urbanas, ya sea en parques, jardines o en tierras agrícolas.
El hornero es un pájaro extremadamente pequeño: mide tan solo entre 16 y 23 centímetros y pesa de 31 a 65 gramos. En cuanto al color de su plumaje, suele ser de tono marrón rojizo combinado con negro.
Sin embargo, la característica por la que más se destaca este pájaro es, sin dudas, su canto porque es constante y muy intenso. Hembras y machos lo hacen a dúo: empieza el último con un sonido bien áspero y le siguen las hembras con notas más definidas y agudas. Finalizan ellas con un canto bien punzante.
El hornero realiza su canto durante todo el año, pero sobre todo justo antes de que la hembra ponga sus huevos.
La importancia de los nidos en los horneros
A diferencia de otras aves, el hornero es un pájaro sedentario y de vuelo corto. Por eso, el armado de su nido es esencial. Suele construirse en los meses de abril y junio justo antes del nacimiento de las crías. Tanto hembra como macho se encargan de la construcción y para ello, utilizan barro, vegetales, piedras y materia fecal.
En cuanto a la alimentación, los horneros suelen comer insectos, tales como cucarachas, grillos, escarabajos, langostas, entre otros. También puede alimentarse de peces pequeños, semillas, frutas y pan que le pueden dejar los seres humanos si los ven en las zonas urbanas.
