Dos argentinos compiten por un premio de arquitectura internacional

Una clínica veterinaria en Caballito compite por el Premio Mies Crown Hall Américas (MCHAP) 2025, destacándose por su diseño innovador y funcional.

05 de marzo, 2025 | 14.27

En el barrio porteño de Caballito, una clínica veterinaria se robó atención del mundo de la arquitectura. Este proyecto, diseñado por los argentinos Marcelo Faiden y Sebastián Adamo, se convirtió en uno de los cinco finalistas del prestigioso Premio Mies Crown Hall Américas (MCHAP) 2025, un concurso que reúne a lo mejor de la arquitectura de América Latina, Estados Unidos, Canadá y México. 

El Premio Mies Crown Hall Américas (MCHAP) es uno de los galardones más prestigiosos en el mundo de la arquitectura, y que un proyecto argentino haya sido seleccionado entre los finalistas es un motivo de orgullo para el país. Cabe mencionar que el año pasado, también un proyecto nacional quedó entre los finalistas.

El ganador, que se dará a conocer el 5 de mayo, obtendrá una cátedra en el Instituto de Tecnología de Illinois y un premio económico de 50.000 dólares para continuar con investigaciones y publicaciones sobre arquitectura.

La historia del la Clínica Veterinaria Guayaquil

La Clínica Veterinaria Guayaquil, ubicada en la calle Guayaquil 650, es el resultado de un proceso de reciclaje arquitectónico que transformó una casa urbana de principios del siglo XX en un espacio completamente nuevo, optimizado para la atención veterinaria.

La remodelación de esta clínica no solo implicó cambios estéticos, sino una reorganización total de los espacios internos, buscando crear un ambiente que fuera tanto funcional como acogedor para las mascotas y sus dueños.

La clínica veterinaria en Caballito se destaca por su diseño innovador.

Marcelo Faiden, decano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Torcuato Di Tella, y Sebastián Adamo, profesor de la misma institución, fueron los encargados de esta obra. Ambos destacaron que el principal desafío del proyecto fue integrar una estructura moderna dentro de un vecindario tradicional sin perder el carácter de la zona.

Lo que más resalta de la clínica es su capacidad para crear una conexión entre los animales, sus dueños y la comunidad. El proyecto se centró en la creación de un espacio accesible y funcional.

Un pasaje semicubierto conecta el frente de la clínica con un jardín interior, lo que permite a los animales disfrutar de un pequeño espacio verde, alejado del bullicio de la ciudad. Este es uno de los focos centrales, ya que es básicamente un pulmón verde en medio de un barrio cargado de cemento.

En cuanto al diseño interior, se eligieron materiales que favorecen la circulación de aire y la luz natural. El uso de chapa corrugada en las paredes, tanto en el frente como en el contrafrente mejora el comportamiento térmico y acústico del edificio, a la vez que otorga una estética contemporánea al lugar.

La idea no era solo construir un edificio que cumpliera con las funciones de una clínica, sino ofrecer un lugar que pudiera formar parte de la vida cotidiana del barrio.

Aunque la idea de la clínica comenzó a gestarse en 2019, la pandemia retrasó el avance de la obra, lo que obligó a los arquitectos a adaptarse a nuevas realidades, modificando tiempos de entrega y metodologías de trabajo. Sin embargo, el proyecto se completó exitosamente en mayo de 2022: la superficie total de la obra es de 220.90 m² en un lote de 250 m², con un costo de US$209.487,22.

El proyecto busca integrar funcionalidad y estética en el entorno urbano.