Luego de lo solicitado por la Sede Fiscal Descentralizada de San Carlos de Bariloche, el juez de Garantías Gustavo Zapata dispuso la prisión preventiva para Konstantin Rudnev, líder de la secta rusa capturada en dicha ciudad. Según indicaron, la medida será por un total de 60 días y se otorgó un plazo de un año para la investigación del caso.
Cabe recordar que el ciudadano ruso está acusado de ser el líder de una organización criminal transnacional de carácter coercitivo acusado de trata de personas con fines sexuales y reducción a la servidumbre.
“El juez otorgó el plazo de un año para desarrollar la investigación sobre el caso, el cual entra en una etapa de recolección de pruebas para establecer y acreditar la participación de los imputados”, indicaron fuentes del Ministerio Público Fiscal de la provincia. El objetivo es claro: poder llevar adelante las audiencias de formalización de la investigación y que el principal sospechoso no pueda entorpecer los peritajes.
Por su parte, luego de que se haya determinado la liberación de un total de 20 personas relacionadas a la causa, todas ellas continuarán siendo parte del proceso, aunque con la imposición de diversas restricciones. Entre las medidas adoptadas, se incluyen: prohibición de salida del país, obligación de fijar domicilio, retención de pasaportes y obligación de presentarse cada siete días en una dependencia policial.
A pesar de la oposición de la fiscalía, a cargo del fiscal general Fernando Arrigo, el magistrado Zapata ha dispuesto la devolución de parte del dinero secuestrado a los acusados al momento de su detención, con un límite de mil dólares por persona.
Asimismo, se ha establecido la prohibición de acercamiento, tanto directo como indirecto, a la mujer de nacionalidad rusa que ingresó al hospital local en estado de embarazo. Cabe recordar que la joven -menor de edad- que dio a luz recientemente fue el caso que terminó destapando el escándalo de la secta: arribó al Hospital de Bariloche acompañada por otras dos personas que restringían su comunicación y destruyeron los datos relativos a la identidad del presunto padre de la criatura.
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La situación llamó la atención de los médicos quienes, alarmados por el comportamiento de las dos mujeres que la acompañaban y la condición física y de salud de la paciente, decidieron denunciar lo ocurrido. Allí, se abrió una investigación y se descubrió la presencia de la secta que operaba en la provincia de Río Negro; pero que a su vez tenía conexiones con diversas provincias argentinas como Córdoba, Mendoza y varias del Norte del país.
Por su parte, Rudnev intentó suicidarse al momento de ser detenido. Tras esto, se identificó que la organización tiene orígenes rusos, fuertes vínculos con Montenegro y el hombre en cuestión, posee diversas causas internacionales relacionadas con actividades ilegales y trata de personas. Además, fue condenado a 11 años de prisión por abuso sexual a sus seguidoras en Siberia.