Alerta en granjas: moscas ya no mueren con insecticidas comunes

Un estudio del CONICET detectó mutaciones genéticas que vuelven resistentes a las moscas a los piretroides.

16 de octubre, 2025 | 17.56

Las granjas avícolas en Argentina enfrentan un nuevo desafío: las moscas domésticas, que afectan la salud y la productividad, están desarrollando resistencia a los insecticidas piretroides que se usaban para controlarlas. Un grupo de investigadores del CONICET descubrió mutaciones genéticas que explican esta resistencia y ofrecen una base para mejorar las estrategias de control.

Según Ariel Toloza, director del estudio e investigador del CONICET en el CIPEIN, "se utilizaron durante mucho tiempo insecticidas piretroides como herramientas de control químico (con el progresivo aumento de las dosis) que derivó en una selección de individuos con características genéticas para sobrevivir a los mismos. Como resultado, los controles dejaron de ser efectivos". Esto marca un punto de inflexión en la lucha contra esta plaga en las granjas avícolas.

Los resultados de la investigación del Conicet

El estudio, publicado en la revista Journal of Economic Entomology, identificó por primera vez en Argentina las mutaciones genéticas llamadas kdr, kdr-his y super-kdr, responsables de la resistencia a los piretroides en las moscas domésticas. Romina Piccinali, otra de las autoras e investigadora del CONICET, destacó que "gracias a los análisis genéticos efectuados pudimos conocer la principal causa que explica por qué las moscas son resistentes a los insecticidas piretroides".

Las moscas domésticas no solo son molestas, sino que también son vectores de enfermedades para humanos y animales. Gonzalo Roca-Acevedo, investigador del CONICET, explicó que estos insectos pueden transmitir virus, bacterias, hongos y parásitos, incluyendo enfermedades graves como cólera, hepatitis, tuberculosis y hasta el virus del SARS-CoV-2. En aves, estas moscas propagan infecciones virales que afectan su peso y la producción de huevos.

Las moscas desarrollaron mutaciones genéticas que las vuelven resistentes.

El equipo recolectó moscas adultas en tres granjas avícolas de Buenos Aires y descubrió que un 87% de ellas presentaba las mutaciones que confieren resistencia a los insecticidas piretroides. Este dato alarmante pone en evidencia la urgencia de modificar las prácticas de control químico en el sector.

Ante esta situación, los investigadores recomiendan abandonar el uso exclusivo de piretroides y adoptar un programa de manejo integrado de plagas (MIP). Este incluye la remoción mecánica del guano, el uso de controladores biológicos como parasitoides, trampas de captura masiva y la utilización de insecticidas alternativos con menor impacto ambiental.

Estas nuevas estrategias no solo buscan mejorar la eficacia en el control de las moscas, sino también reducir el daño ambiental y preservar la salud de los trabajadores y animales en las granjas. Además, el método propuesto para detectar las mutaciones es rápido y económico, lo que facilitará a los productores monitorear la presencia de resistencia y actuar a tiempo.

Los expertos recomiendan un manejo integrado para un control efectivo.

Viviana Paredes, quien también formó parte del estudio, resalta la importancia de este avance científico para el sector avícola y la salud pública. Con esta información, los productores podrán implementar controles más racionales y efectivos, evitando la proliferación de moscas resistentes que ponen en riesgo la producción y el bienestar general.