El arroz es un alimento esencial para miles de millones de personas en todo el mundo, pero una investigación reciente indica que el cambio climático podría incrementar la cantidad de arsénico presente en este grano. Este cereal constituye la base de la dieta diaria de más de la mitad de la población mundial, superando en consumo incluso al trigo y al maíz, y es por eso que, con cierta inquietud, un grupo de científicos ha compartido un descubrimiento reciente que pone en peligro su consumo.
A medida que las emisiones de carbono aumentan y el planeta continúa calentándose, también podrían hacerlo los niveles de arsénico en el arroz, cuya existencia en este alimento es un problema conocido desde hace años. Es que prácticamente todo el arroz contiene arsénico y este compuesto tóxico, que se encuentra de forma natural, puede acumularse en los suelos donde se cultiva el arroz e infiltrarse en los granos. No obstante, las cantidades presentes pueden variar ampliamente, desde niveles muy por debajo de los límites establecidos por las autoridades sanitarias hasta cifras que los superan con creces.
Aún así, la exposición continua a pequeñas dosis de arsénico inorgánico a través de los alimentos o el agua puede provocar cáncer, así como otras enfermedades graves como afecciones cardíacas o diabetes. Equipos científicos de distintos países han estado trabajando para encontrar métodos que reduzcan la presencia de arsénico en el arroz. Mientras tanto, existen técnicas de cocción que permiten disminuir la concentración de este compuesto dañino.
Sin embargo, una nueva investigación sobre la acumulación de arsénico inorgánico advierte que este problema podría agravarse con el calentamiento global. Los investigadores cultivaron 28 variedades distintas de arroz en cuatro zonas diferentes de China, en un experimento que se extendió durante una década. Observaron que los niveles de arsénico aumentaban en paralelo con el ascenso del dióxido de carbono en la atmósfera y el incremento de las temperaturas. Especialistas en salud pública modelaron los posibles efectos en la población, considerando el consumo actual de arroz. Sus proyecciones indican que este aumento de arsénico podría estar vinculado a unos 19,3 millones de casos adicionales de cáncer solamente en China.
Prohíben el salame en una provincia argentina por un insólito motivo
Una polémica medida encendió las alarmas en Santa Fe: la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) prohibió la comercialización de un salame muy popular en la región por un insólito motivo administrativo. Se trata del salamín picado grueso "tipo colono" de la marca Don Leónidas, que fue retirado del mercado por no contar con los registros sanitarios obligatorios.
La insólita razón detrás de la prohibición es que en las etiquetas del producto figuran los datos del Registro Nacional de Establecimientos (RNE) y del Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA) como “en trámite”. Este detalle, aunque pueda parecer menor, significa que el alimento no está debidamente autorizado, lo que lo convierte en un producto falsificado, sin garantías de trazabilidad ni seguridad para el consumo.
La Assal fue clara en su resolución: queda prohibida en todo el territorio provincial la tenencia, fraccionamiento, transporte, comercialización y exposición del salame en cuestión. La decisión fue tomada luego de detectar su presencia en puntos de venta de San Javier, Colonia Teresa, Paraje Yatay y Helvecia. Además, desde la agencia recordaron que la empresa detrás del producto, identificada como “Fábrica de Chacinados” y ubicada en el kilómetro 780 de la Ruta Nacional Nº 11 en Reconquista, ya había cometido la misma infracción en 2017.
La medida apunta a proteger la salud de los consumidores, ya que sin los controles adecuados, no se puede asegurar que el producto cumpla con los estándares sanitarios exigidos. La Assal brindó detalles para facilitar la identificación del producto prohibido, e instó a no consumirlo ni distribuirlo bajo ninguna circunstancia.