En una decisión polémica, el fiscal del Distrito I Turno 2, Guillermo González, ordenó la liberación de los cinco policías imputados en el marco de la investigación por la muerte de Guillermo Bustamante (39), ocurrida en la madrugada del lunes 24 de marzo en una estación de servicio del barrio Villa Páez de la ciudad de Córdoba.
El fiscal González anunció que, tras analizar nuevas pruebas periciales aportadas por el Instituto de Medicina Forense, se modificó la calificación legal del hecho. " A la luz de nuevas evidencias y si bien no está agotada la investigación, teniendo en cuenta que las personas imputadas tienen arraigo y carecen de antecedentes penales y habiéndose modificado el pronóstico punitivo recuperan su libertad en el día de la fecha con ciertas condiciones y continúan sujetos al proceso", sostuvo el funcionario judicial.
Asimismo, desde la Fiscalía advirtieron que "la ausencia del dolo directo o eventual por parte de los imputados de producir la muerte de la víctima". El subinspector Marcos Guzmán Altamirano, el oficial ayudante Nicolás Bulacio y el cabo Juan Martín habían sido acusados de homicidio calificado por abuso de sus funciones en calidad de coautores. Por su parte, el oficial inspector Walter Perfumo fue acusado presunto encubrimiento agravado, mientras que el sargento Mariano Córdoba fue imputado por "omisión de los deberes de funcionario público". Como consecuencia, el caso pasó de ser investigado como “homicidio calificado” a un “homicidio preterintencional”, lo que implica que no hubo intención de matar por parte de los policías imputados.
Tras el giro en la causa, la abogada de dos de los policías imputados, Mariana Romano, señaló que sus defendidos "no tuvieron ninguna intervención en el desenlace". "Las pericias médicas y forenses han demostrado que no hubo intervención que provoque de forma idónea ni tenga ninguna circunstancia que haya derivado en el desenlace fatal de Bustamante", sostuvo la letrada.
Además, anticipó que no está de acuerdo con el cambio de carátula. "Si no hubo ninguna actividad de ellos idónea para causar ese desenlace, mal puede haber preterintencionalidad porque la preterintencionalidad sí o sí demanda una actividad que haya provocado el resultado, aunque no haya sido querido al final", argumentó en declaraciones a Mitre Córdoba.
La figura del "homicidio preterintencional" está tipificada en el artículo 81 inciso b del Código Penal argentino y establece una pena de reclusión de 3 a 6 años, o de 1 a 3 años de prisión "al que, con el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, produjere la muerte de alguna persona, cuando el medio empleado no debía razonablemente ocasionar la muerte".
Córdoba: cómo fue la trágica muerte de Guillermo Bustamante por la que están imputados cinco policías
Bustamante falleció en una estación ubicada en calle Octavio Pinto y Mariano Castex, en el barrio Villa Páez. La víctima había sido arrestada por uniformados luego de discutir con el playero por el monto del combustible que había cargado. Según informaron medios locales, el hombre llegó al lugar en su Ford EcoSport tras finalizar su jornada laboral como gráfico en una panadería. Le pidió al playero que le cargara 10 mil pesos de nafta súper y, cuando el empleado quiso cobrarle, comenzaron los problemas.
De acuerdo al relato del trabajador de la estación a medios cordobeses, el hombre “estaba como ido”. “Me decía que ya me iba a pagar. Miraba los billetes, como que los contaba, los volvía a guardar en el bolsillo. Me preguntó el precio, qué combustible había cargado, si había cerrado bien la tapa”, describió.
Frente a esta situación, desde la estación de servicio llamaron a la Policía. Al mismo tiempo, a Bustamante lo contactó su esposa, Agustina, preocupada por la tardanza. Cuando le contó lo que estaba pasando, la mujer se acercó con dinero hasta el lugar del incidente.
“Cuando le piden a la señora que corte la llamada, lo quieren reducir, se pone violento, no se deja agarrar y empieza a gritar que le quieren sacar la plata. Llegan más móviles a colaborar. Cuando ven que no lo pueden reducir entre cuatro, piden el DUAR”, sostuvo el playero.
Por su parte, la esposa del automovilista apuntó contra los agentes: “Lo metieron al patrullero entre cuatro o cinco policías mientras él le gritaba que se sentía mal, que lo dejaran. Yo les decía que me lo iban a matar, pero no hacían caso”, le dijo la mujer a El Doce. Hubo forcejeos y, presuntamente, más golpes dentro de la camioneta policial. Cuando abrieron la puerta, Bustamante cayó rendido, inconsciente. Minutos después, los médicos del servicio de emergencias confirmaron su muerte.