En medio de la crisis económica que generó el gobierno de Javier Milei, una importante petroquímica despidió a 89 trabajadores y tras el reclamo de los empleados intervino la Provincia con una conciliación obligatoria.
Pese a que la multinacional estadounidense Sealed Air es una de las líderes de su sector, comenzó un "proceso de reestructuración" en su planta de Quilmes que incluyó la reducción de casi un tercio de su plantel.
Todo comenzó cuando el último lunes los casi 90 trabajadores afectados recibieron los telegramas de despido. Allí iniciaron un paro total de actividades hasta que intervino el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, que dictó la conciliación obligatoria.
Por el momento los empleados fueron reincorporados mientras la cartera media entre la empresa y el gremio para ver si se puede llegar a una solución, aunque hay total incertidumbre por el futuro.
Un hecho que llamó la atención fue que el acta de la conciliación no fue presentada por escrito. El delegado regional se encontraba en un cónclave de la CGT por la nueva conducción, dejando pendiente que la empresa muestre el cumplimiento formal del acuerdo.
La empresa tiene allí 200 operarios y 100 empleados administrativos y se escudó en el artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo, que regula las desvinculaciones con indemnización.
La reestructuración que busca la compañía estadounidense representaría una reducción de empleados del 40 por ciento por lo cual podría haber más despidos en el corto plazo.
La empresa sigue con producción habitual
Sealed Air se dedica a elaborar embalajes protectores para alimentos y según el sitio especializado en analizar empresas Investing.com, la firma en el reciente informe del tercer trimestre registró ingresos de 1.350 millones de dólares.
En su planta de Quilmes mantiene las jornadas con 12 horas de trabajo que son habituales hace años, por lo cual se estipula que los volúmenes de producción nunca bajaron.
Sigue siendo líder en su sector y proyecta un plan de lanzamientos de productos innovadores y optimización de sus operaciones. Sin embargo, para el 2026 proyecta un panorama complicado con menor crecimiento, producción y disminución de clientes por factores globales económicos.
Esto sería el motivo por el cual busca reducir la cantidad de trabajadores. Además, desde el sector de los empleados apuntan a una posible precarización laboral en el contexto actual y los cambios que quiere realizar el gobierno de Javier Milei.
Cabe recordar que a principios de año hubo una semana de paro y asamblea frente al despido de un reconocido activista por reclamar mejores condiciones laborales.
