Existen una serie de comportamientos cotidianos y terrenales que revelan una información profunda sobre las personas. Uno de ellos es el hábito adquirido de dormir con medias, más que nada en época de invierno por el frío, y la psicología tiene una explicación para esta conducta con un trasfondo más complejo.
De acuerdo a expertos, puede estar vinculado con determinados rasgos de personalidad, la relación con las rutinas diarias e incluso con el cuidado emocional. Para algunas personas, representa simbólicamente una necesidad de contención, orden y bienestar.
Desde distintas corrientes psicológicas se observa que quienes adoptan este hábito suelen tener personalidades estructuradas y previsibles. Incorporar gestos como ponerse medias antes de dormir puede ser una forma de generar un entorno percibido como seguro y propicio para el descanso. También actúa como una suerte de "escudo emocional inconsciente", ya que cubrir los pies genera una sensación de resguardo que ayuda a relajar el sistema nervioso.
Qué significa dormir con medias, según la psicología
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Personas organizadas y meticulosas: valoran la rutina, los entornos ordenados y los hábitos que les dan sensación de control.
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Quienes buscan sentirse resguardados: al crear un entorno confortable para el descanso, logran una mayor desconexión mental.
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Personas sensibles al frío o al contacto físico: especialmente quienes presentan alta sensibilidad sensorial o se despiertan por incomodidad.
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Individuos previsores: anticipan problemas como el frío nocturno y actúan para evitarlos, priorizando el descanso.
Cabe resaltar que desde el enfoque conductual, se plantea que esta costumbre podría estar relacionada con un apego seguro: personas conectadas consigo mismas, que priorizan su bienestar sin culpa y reconocen sus necesidades antes de que se vuelvan urgentes. Dormir con medias, entonces, se vuelve una expresión de madurez emocional y conocimiento personal.
Los beneficios de dormir con medias
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Mejora la calidad del sueño al estabilizar la temperatura corporal.
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Ayuda a conciliar el sueño con mayor rapidez.
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Disminuye los despertares causados por pies fríos.
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Aporta una sensación de contención emocional.
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Refuerza una rutina de autocuidado consciente.