La acusación detrás de la indagatoria a Cristian Graf por la muerte de Diego Fernández Lima: "Buscó silenciar el crimen"

En las últimas horas, el fiscal Martín López Perrando pidió la indagatoria de Cristian Graf por el cuerpo encontrado en la casa en la que vivió Gustavo Cerati. Los puntos clave del dictamen contra el ex compañero de Diego Fernández Lima.

12 de agosto, 2025 | 18.55

Cristian Graf, el principal sospechoso de la muerte de Diego Fernández Lima, quedó más complicado en el marco de la investigación que busca determinar el asesinato detrás del cuerpo encontrado en la casa del barrio de Coghlan en la que vivió el músico Gustavo Cerati. El fiscal Martín López Perrando pidió su indagatoria por considerar que incurrió en el encubrimiento del caso. "Buscó silenciar el crimen", advirtió por la actitud que demostró desde el momento en que se encontraron los restos de Fernández Lima en la vivienda que perteneció a su familia desde los 70. Y enfatizó: "Él conocía la existencia del cadáver en el fondo de su casa”.

El fiscal sostuvo que el imputado “al momento en que iniciaron los trabajos de excavación en el domicilio lindero a su finca se mostró preocupado, temeroso de que la verdad saliera a la luz y por ello les espetó a los obreros que tenían prohibido cortar un determinado árbol que se hallaba cercano a la medianera que dividía ambas propiedades”. El pedido de indagatoria para el sospechoso fue formulado ante el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal N°56, Alejandro Litvack, en un dictamen firmado por López Perrando y el secretario Leandro Alonso.

Graf fue citado en calidad de imputado por los delitos de encubrimiento agravado en concurso ideal con supresión de evidencia. El primero de los delitos contempla como pena prisión de 1 a 6 años; y el segundo, de un 1 mes a 4 años.

Quién es Cristian Graf 

El fiscal confirmó días atrás que el jardín del chalet donde estuvo el cuerpo de Fernández durante 41 años pertenece a una familia de apellido Graf. Así, la investigación sobre los restos hallados en mayo pasado durante la construcción de una medianera entre dos viviendas de la Avenida Congreso lo sumó como sospechoso.

Cristian Graf, que actualmente tiene 56 años, había sido compañero de Fernández Lima en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N.º 36. La información fue aportada por un testigo que había ido al colegio con ambos y hoy vive afuera del país.

Diego tenía solo 16 años cuando desapareció, durante la tarde del 26 de julio de 1984, mientras se dirigía a la casa de un amigo. Esa misma noche, cuando sus padres todavía desconocían su paradero, radicaron la denuncia ante la comisaría, pero fue rápidamente desestimada por los oficiales.

El EAAF identificó hace una semana los restos de Diego tras una prueba genética que confirmó la compatibilidad con la madre del joven a partir de los 150 fragmentos óseos hallados junto a algunos objetos personales. Entre ellos: una suela de zapato, un llavero con llave, un reloj Casio CA-90, un corbatín escolar y una moneda japonesa de 5 yenes. Además, la autopsia realizada reveló que Diego murió por una herida punzante en la cuarta costilla derecha y, además, se detectaron diversos intentos de descuartizamiento fallidos.

Los puntos clave del dictamen contra Graf

El fiscal determinó que la autoría del homicidio no pudo acreditarse, aunque alertó que el ahora imputado tuvo actitudes sospechosas porque “inmediatamente luego del hallazgo de los restos practicó diversas maniobras tendientes a encubrir la averiguación de la verdad”.

Según López Perrando, el acusado “realizó manifestaciones tendientes a desviar la investigación desde su génesis -momento del hallazgo de los restos óseos- con la inequívoca finalidad de garantizar la impunidad de su/s autor/es”.

En otro tramo del escrito, el fiscal sostuvo que el 20 de mayo de 2025, día del hallazgo de los restos óseos, “su preocupación se transformó en ocupación al exteriorizar su conducta encubridora; ello fue así a partir del ensayo de diversas excusas, pasando desde la existencia de una iglesia en donde habrían sido enterradas personas hasta que en una oportunidad habría pedido tierra para rellenar su terreno y que los restos habrían venido ocultos sin que nadie se diera cuenta”.

Para el fiscal no quedan dudas de que "el nombrado conocía la existencia del cadáver en el fondo de su casa”, Además, el fiscal remarcó que “este cuadro indiciario se agrava por el absoluto silencio” que el imputado “mantuvo desde el día del hallazgo -20 de mayo de 2025- hasta la actualidad, pese a la magnitud del descubrimiento y a su directa vinculación con el lugar de inhumación”.

“Tal actitud omisiva, unida a sus manifestaciones evasivas y contradictorias, sumadas a las maniobras de ocultamiento realizadas, constituyen indicios claros de voluntad de ocultamiento y entorpecimiento de la investigación”, concluyó.