La preocupación por el deterioro de la trama vial de las rutas nacionales abandonadas por el gobierno de Javier Milei es creciente. En las últimas semanas se agudizaron los reclamos de trabajadores y dirigentes de Vialidad Nacional, que consecuencia de la decisión del Poder Ejecutivo de dar de baja las concesiones de mantenimiento, tienen ahora a su cargo más de 2.000 kilómetros de caminos y autopistas donde por día circulan miles de vehículos de todo tipo.
La conservación de semejante estructura vial demanda recursos que hoy son completamente insuficientes. Esto perjudica a las tareas fundamentales del personal, como el estudio, la construcción y la adecuación de las rutas, así como a las obras complementarias. Todo sucede mientras el personal, en casos altamente calificado y de carrera, tiene hace casi un año su sueldo prácticamente congelado en el mismo modo. Trabajadores de Vialidad mantuvieron contacto con legisladores provinciales y nacionales, a los efectos de que se conozcan sus múltiples reclamos. Advierten, en el mismo sentido, que la ausencia de un Estado que apoye el trabajo del área con fondos genuinos pone en peligro la vida de quienes transitan hoy por la provincia. Datos oficiales dan cuenta de que siete de cada 10 siniestros se producen sobre calzadas que deberían ser mantenidas por la Casa Rosada -12, 14, 18, 127, 130, 131, 135, 136, 174 y A015- lo que evidencia que la accidentología es altísima y podría ser aún mucho más si no hay una intervención urgente.
"La situación es crítica porque una cosa va atada de la otra. El desfinanciamiento en general provoca que hoy estemos trabajando con lo mínimo. No tenemos insumos, no contamos con recursos y los equipos que se rompen no se pueden arreglar porque no se puede costear la reparación. Todo eso atenta contra el mantenimiento", indicó al El Destape, Raúl Meza, secretario General de la Delegación Entre Ríos de Vialidad Nacional. El dirigente detalló que la falta de interés en el mejoramiento de la trama vial se traduce en una creciente cantidad de baches, que torna la transitabilidad peligrosa: "Hoy ponemos más señales naranjas, de alerta transitoria, que amarilla, de prevención. El tema es que no sabemos si no serán permanentes, porque por ejemplo el asfalto llega a cuentagotas. Y si no hay material no podemos reparar. Esto no es un capricho nuestro como quieren hacer creer, los que se matan son argentinos".
El plantel de Vialidad en la provincia es de apenas 165 trabajadores. A la falta de paritarias, el sueldo devaluado y las condiciones cada vez peores para desempeñar sus labores, se le sumaron dos agravantes: la persecución y la posibilidad cierta de dejar de existir como repartición. La primera lo tiene al propio Meza como víctima: "Por haber denunciado nuestra situación y decir que quienes están a cargo no tienen interés en las rutas me suspendieron. En apenas cuatro días resolvieron un sumario y me dejaron sin tres meses sin sueldo. Voy a pasar las fiestas sin cobrar y no puedo ir a trabajar". El segundo punto tuvo que ver con el DNU que desguazaba la Dirección, que encontró un freno en la Justicia y el Congreso.
Meza también se despachó contra la nueva licitación lanzada por el Gobierno en las rutas nacionales que pasan por Entre Ríos: "Hablaron siempre de que los privados se iban a enloquecer por poner plata. Al final, es probable que el Estado sea el que tenga que poner parte del dinero del nuevo proceso, mientras nos falta lo elemental para poder trabajar", finalizó.
Más de 500 muertos en siniestros viales
La preocupación alrededor de la siniestralidad vial con consecuencias mortales es creciente en Entre Ríos. En lo que va de 2025 se registró un total 573 accidentes en los que murieron 100 personas. La cifra de decesos se extiende a más de 500 en los últimos cuatro años, poniendo en agenda la necesidad de que la educación vial sea una alternativa incluso pensada para las currículas escolares, con el objetivo de que entiendan en profundidad reglas que muchas veces son violadas y que tienen consecuencias irreparables.
A ello se le suma el mal estado de las rutas, consecuencia de una crisis económica que no permite que la Provincia se ocupe en profundidad de su arreglo y de un abandono de Nación, que dejó en manos de unos pocos agentes de Vialidad Nacional el mantenimiento y la señalización de cientos de kilómetros de trama vial.
Los datos son elocuentes: de la centena de fallecidos, en casi la totalidad de los casos estuvo el factor humano involucrado. Es el que prima de los tres que se analizan, junto al ambiental y el mecánico, que prácticamente no han incidido. En total, siete de cada 10 fueron colisiones entre vehículos, el 67% de ellos en rutas, el 11% en avenidas, el 16% en calles y el 6% en caminos.
"Hay que ser empáticos, saber que hay otras personas que circulan por la misma ruta donde estoy yo. Uno entiende que los autos vienen más rápidos y más confortables, entonces quizás uno se cree que está en una burbuja, pero la realidad es que seguimos viviendo en comunidad y son miles los que circulan todos los días", expresó a El Destape, el Comisario Diego Passarello, responsable de Comunicación de la Dirección General de Prevención y Seguridad Vial. El funcionario insistió, además, en que el rol de los medios de comunicación es clave, desde el punto de vista de la concientización: "Informar está bien, contar un accidente, mostrar un auto chocado es parte del trabajo. Pero eso debe ir acompañado de un mensaje de prevención, para que no quede solo en lo sensacional. Eso ayuda y mucho".
Uno de los datos más impactantes pasa por los tipos de siniestros con muertos, donde el 11% son peatones. "Es un dato altísimo en relación a la media en general", expresó Passarello. Y detalló: "El 30% son autos, el 34% motos, 15% camionetas y utilitarios y el 6% transportes de carga".
Las rutas nacionales, abandonadas por el gobierno de Javier Milei a partir de la quita de concesiones, cargan con la mayor parte de los accidentes. El 70% se concentra allí, especialmente en la 12 y la 14. Sobre ésta última, en efecto, hay quienes consideran que directamente tiene tramos que deberían ser clausurados. Es la denominada Autovía del Mercosur y alberga el tránsito de miles de vehículos de carga y particulares todos los días.
La gestión libertaria dio de baja el convenio con Caminos del Río Uruguay -tras años de prórrogas- dejando a unos 500 trabajadores en la calle. Luego de eso, le derivó a Vialidad Nacional -cada vez con menos recursos y personal- la responsabilidad del mantenimiento y la demarcación. Una tarea casi imposible, que se intenta cumplir con la buena voluntad de los agentes que salen todos los días a hacer su trabajo pese al desguace sistemático del Estado nacional.