De AcompañAR a AbandonAR: su ex quiso quemarla viva con sus hijos y, sin ayuda estatal, ahora depende de donaciones

Lorena Leiva sobrevivió a un intento de femicidio: su expareja incendió su casa mientras dormía con sus tres hijos. Quedó con el 45% del cuerpo quemado y hoy lucha por justicia y asistencia. En un contexto de recortes presupuestarios en programas de género, necesitan medicamentos y donaciones para seguir adelante.

25 de abril, 2025 | 00.05

Lorena Leiva tenía 29 años, sus hijas de 9 y 4 años y un hijo de un año y medio cuando, el 21 de agosto del año pasado, su expareja esperó a que se fueran a dormir para incendiarles la casa. Quedó con el 45% del cuerpo quemado y hoy lucha por justicia y asistencia en la era del desamparo de Javier Milei

La mujer había decidido romper la pareja cuando él golpeó salvajemente a una de sus hijas. “Él ya me había amenazado con que nos iba a prender fuego si nos separábamos, pero yo no podía quedarme con él”, contó Lorena, en diálogo con El Destape“¿Por qué no se va de ahí? ¿Por qué no denunció antes?”, repiten con insistencia los prejuicios ante la divulgación de casos de violencia de género, especialmente en redes sociales. La separación en parejas heterosexuales suele ser un punto de quiebre en la exacerbación de la violencia de género, y no fue la excepción en el caso de Lorena.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

“Él me decía que iba a matar a mis familiares para que viera cómo se morían por mi culpa, porque lo dejé. Tenía miedo de que lo hiciera y por eso no me iba. Más de una vez me apuntó con un arma en la cabeza”, contó Leiva.

Las cámaras de una vecina de Lorena registraron cómo Brian S. “merodeaba por la zona y espiaba por la ventana de la casilla, esperando a que las luces se apagaran” para “rociar la casilla con nafta” y, finalmente, prenderla fuego.

“Según el perito, cerca de la 1 de la madrugada inició el incendio. Yo dormía con mis hijos, y cuando me desperté, todo era fuego. Mi hermana y algunos vecinos escucharon nuestros gritos y vinieron a ayudarnos”, relató Lorena.

“Terminamos todos en el baño. Yo sentada en el suelo, completamente quemada por haber cubierto a mis hijos. Lamentablemente, una de mis hijas se quemó todo el rostro porque tardamos en salir”.

Los primeros que pudieron salir fueron sus hijos más chicos, pero a la mayor debieron arrastrarla “porque no podía salir por el hueco de la ventana”. Mientras tanto, sus vecinos intentaban desesperadamente apagar el fuego, sin mucho éxito: él había cubierto la casa con nafta.

Lorena quedó internada en coma, con el 45% del cuerpo quemado. Su hija mayor, que fue atendida en el Hospital Garrahan, quedó con el 10% de quemaduras en la cara y manos. Según los médicos le explicaron, “estuvo al borde de la muerte porque tenía heridas internas”.

Ambas lograron recuperarse y salir del hospital. Sin embargo, perdieron la casa y todas sus pertenencias, por lo que ya no viven juntos, sino con distintos familiares que les abren las puertas de sus casas.

Hoy Brian se encuentra en prisión preventiva y Lorena “espera el juicio”. Sin embargo, las abogadas aportadas por el Estado no han contactado a Lorena, ni siquiera sabe sus nombres aún, y reclama un botón antipánico que la Justicia le niega porque “él ya está en prisión”.

“Yo expliqué que él me amenazó con prenderme fuego, y lo hizo. También me amenazó con que si caía preso, sus hermanos se encargarían de que yo no siguiera viviendo. Pero no tengo asistencia de ningún tipo. Tengo miedo. Yo trabajo en la vía pública e intento estar siempre cerca de lugares que tienen su propia seguridad para estar más resguardada”, advirtió Lorena.

Cómo ayudar a Lorena y su familia

La mujer fue dada de alta tras estar un mes y medio internada en grave estado: "Entré en coma tres semanas y tuve tres paros cardiorrespiratorios. También, cuando desperté no tenía voz y tuve que rehabilitarme". El bebé terminó con la pierna quemada y el de 4 años con heridas en la cabeza. El proceso de recuperación es largo y, además, costoso, ya que no cuentan con obra social y necesitan varias cremas cicatrizantes y protectores solares de valores elevados.

"Uso cremas todo el día, porque se me seca la piel y comienza a contraerse", señaló, y explicó que gasta mucho en medicación, por lo que reciben ayuda y donaciones.

  • Necesitan ayuda para adquirir los siguientes medicamentos:
  • Platsul A
  • Protector solar de 30 o más
  • Bagovit A
  • Cicaplast B5 crema
  • Bagovit o Dermaglos (vitamina A)
  • Hidroxicina o Benadril comprimido 50 mg

El pedido fue difundido por el Juzgado de Garantías 6 de Quilmes, ubicado en 9 de Julio 287, donde se pueden llevar donaciones para Lorena. También pueden comunicarse al 11 2528-9197 para coordinar entregas o brindar asistencia.

AbandonAR

El feroz recorte de presupuesto a programas de asistencia para mujeres víctimas de violencia de género por parte del Poder Ejecutivo Nacional revictimiza hoy a Lorena, quien sigue esperando cobrar el subsidio AcompañAR.

Este 2025 comenzó con una reducción del 98,6% en las altas de dicho programa por parte del Ministerio de Justicia de la Nación. Según publicó en enero de este año el director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, en el primer trimestre de 2023 se registraron 34.229 altas en el Programa Acompañar, mientras que en el mismo período de 2024 la cifra cayó a apenas 471 casos, lo que representa una disminución del 98,6%.

El informe del CEPA también muestra una caída generalizada en los programas destinados a la protección de víctimas de violencia de género. Entre los principales recortes se destacan: 100% en el patrocinio jurídico para víctimas de abuso, 87,9% en rescate y acompañamiento a víctimas de trata, 87,2% en el Programa Acompañar (en promedio general), 54% en la Línea 144, y 53,5% en la Ley Brisa, destinada a hijos de víctimas de femicidios.

Violencia vicaria: violencia extrema

Mientras el Gobierno de La Libertad Avanza cuestiona y niega los alcances de la violencia de género, la violencia machista también avanza.

La violencia vicaria es un tipo de violencia de género donde el agresor mata o lastima el entorno de la víctima para lastimarla a ella: puede ser sus pertenencias como ropa, hogar, auto, etc., o sus seres queridos, como hijos, pareja actual, familiares o incluso mascotas.

En el caso de Lorena, Brian no sólo buscó matarla o dañarla a ella, sino también a sus hijos. Esta crueldad exacerbada lleva a la violencia machista a otro nivel y es uno de los principales miedos de las víctimas de este tipo de violencia, ya que muchas deciden seguir exponiéndose al agresor para proteger a su entorno.

"Él prendió fuego mi casa con mis hijos adentro para matarme", sentenció Lorena, asegurando que tanto ella como sus hijos "están vivos de milagro".

En Argentina, aunque la violencia vicaria no esté tipificada en el Código Penal como tal, sí se encuentra reconocida en leyes y organismos oficiales. La Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres no la menciona expresamente, pero puede interpretarse dentro de la "violencia psicológica y simbólica", o bien puede figurar en algunas causas como "femicidio vinculado".

En el 2021, el término "violencia vicaria" fue incluido por primera vez en documentos del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y desde entonces algunos jueces han comenzado a mencionarla en fallos. Existen proyectos legislativos para incorporarla como agravante o figura autónoma, pero aún no se han aprobado.

Este debate ya penetró el mundo jurídico, pero hoy enfrenta un escenario adverso: el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, propuso eliminar la figura de "femicidio" del Código Penal, lo que representa un retroceso en la lucha por visibilizar estas violencias extremas.

Invisibilización oficial

A pesar del discurso negacionista del oficialismo, la violencia vicaria y la violencia de género recrudecen. El 6 de abril en Rosario, Natalia Ocampo (47) y su pareja, César Valenzuela (61), fueron asesinados a balazos por Aníbal Cabaña, expareja de Natalia. La víctima había denunciado a su agresor múltiples veces por violencia de género. Dos semanas antes del crimen, cuando Natalia le anunció que quería separarse porque había conocido a otra persona, él la amenazó de muerte. Aunque ella logró que se dictara una prohibición de acercamiento, la medida no la protegió.

En este sentido, los números son alarmantes: según el Observatorio "Ahora Que Sí Nos Ven", el 17% de las 78 víctimas de femicidio registradas hasta marzo de este año habían realizado al menos una denuncia previa, y el 12% contaba con medidas de protección.

El 15 de abril, Roxana Silvina Rotchen fue asesinada (51) por Andrés Norberto Pérez (54), también, como represalia de que ella quisiera terminar la relación. Sucedió en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, donde él le dio un disparo y se recostó en una reposera a tomar Whisky bajo el sol. Desde allí, le mandó mensajes a algunos proveedores del trabajo de Roxana y a sus hijos. Él no sólo quiso destruir a Roxana, también su mundo. “Maté a tu mamá”, le escribió por WhatsApp a uno de sus hijos. Y agregó: “Le volé los sesos por culpa tuya y de tu hermano”.

En noviembre del año pasado, un hombre de 29 años secuestró a sus tres hijas de 7, 5 y 1 año tras amenazar a su exmujer para que siguiera en pareja con él. Sucedió en Misiones, donde ató a las menores a su cuerpo y se tiró al río Paraná con ellas. Todos fueron encontrados sin vida luego de cinco días de búsqueda.

La violencia por razones de género requiere de estudio y visibilización urgente para su sanción y, especialmente, su prevención. Negarla no la hace desaparecer. “Hay que buscar ayuda y hablar. Hoy lo entiendo, a veces sola no se puede. Hay que prepararse para salir de una situación de violencia, pero tarde o temprano hay que animarse a salir”, aconsejó Lorena.

*Si sos víctima de violencia de género, comunicate con la línea gratuita 144 para denuncia, contención o asesoramiento desde cualquier lugar del país, de manera anónima, las 24 horas.