Un grupo de estudiantes del Instituto Cristo Rey, de Gregorio de Laferrere, fue distinguido en el concurso nacional “Biocreadores”, una propuesta que premiaba proyectos que integraran conocimiento científico con soluciones innovadoras a problemáticas reales. ¿El objetivo? Estimular vocaciones científico-tecnológicas en alumnos de nivel secundario.
El certamen fue organizado por el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico (IUDPT) y reunió a participantes de distintas instituciones educativas. En esta primera edición, se destacaron la calidad técnica y la creatividad de equipos de escuelas públicas y privadas del área Metropolitana de Buenos Aires: la iniciativa permitió conocer historias de vida emarcadas por la curiosidad, el compormiso y el deseo por transformar su entorno a través de la ciencia.
MÁS INFO
Un premio al talento joven
El primer lugar del certamen quedó en manos de Ian Consiglio, del Colegio León XIII de Palermo, por el desarrollo de “REMI (Robot Emocional de Motivación Inteligente)”, un sistema robótico diseñado para acompañar emocionalmente a niños y niñas, detectando y modulando estados afectivos negativos.
El segundo premio fue para Micaela Celerayán, alumna del Instituto Cristo Rey de Laferrere, quien lideró el proyecto “Generación de enzimas lacasas a partir de la fermentación de desechos agrícolas para la eliminación del Bisfenol A presente en residuos plásticos”. La propuesta apunta a reducir la contaminación ambiental a través de un proceso biotecnológico que aprovecha desechos agrícolas, un enfoque sustentable y de impacto social positivo.
Por su parte, el tercer puesto se lo llevó Benjamín Vartanian, estudiante de la Escuela Cristiana de la Puerta Abierta, en Monte Castro, por su iniciativa “CO2LECTIVOS”: un dispositivo móvil para filtrar dióxido de carbono en el transporte público del AMBA, lo que contribuye a la mejora de la calidad del aire urbano.
MÁS INFO
Innovación y aprendizaje en las aulas
Además, otra escuela de Laferrere se ubicó entre las finalistas: el Instituto Madre María Luisa Clarac, con su proyecto “BioVolt”, un prototipo de panel solar biohíbrido que combina microorganismos, radiación solar y residuos orgánicos para generar energía eléctrica.
El concurso “Biocreadores” propuso como ejes temáticos la recuperación de ambientes contaminados mediante técnicas biotecnológicas y la aplicación de interfaces cerebro-computadora para mejorar la interacción entre humanos y tecnología.
Según explicó Mariano Álvarez, rector del IUDPT, la competencia permitió que los jóvenes “profundicen sus conocimientos y desarrollen habilidades para resolver situaciones reales vinculadas con la ciencia y la tecnología”. Los ganadores recibieron distintos dispositivos electrónicos y becas completas para continuar su formación universitaria en carreras científicas y tecnológicas.
