Seguro te pasó: conocés a alguien y, de la nada, sentís una "vibra rara". Un presentimiento difícil de explicar. Bueno, acá te tiramos la posta: a veces, esa intuición tiene una base real, y hoy, la Inteligencia artificial se suma al equipo para ayudarte a identificar esas señales que, bajo ningún concepto, deberías ignorar.
Aprovechando el boom de la tecnología y el análisis minucioso que los algoritmos inteligentes hacen sobre el comportamiento humano, la IA ya logró destacar ciertos patrones en la forma de hablar y actuar que podrían revelar intenciones poco confiables. Preparate, porque te contamos qué tenés que observar para que no te pasen por arriba.
Según diversos modelos de Inteligencia artificial que se encargan de interpretar el lenguaje y el comportamiento, hay señales que, aunque a primera vista parecen sutiles, pueden marcar una diferencia abismal entre una persona genuina y una con intenciones más que cuestionables.
Una de las primeras alertas que te va a saltar es el exceso de negatividad. Esas personas que se la pasan criticando todo, quejándose de absolutamente cualquier cosa y que tienen una visión pesimista de los demás, suelen esconder inseguridades o resentimientos que, tarde o temprano, se transforman en actitudes tóxicas. La IA es contundente: este tipo de discurso está directamente ligado a personalidades conflictivas o manipuladoras. Si arrancan con esa onda, ¡prestá atención!
Otra de las "banderas rojas" para detectar gente "tóxica", según la Inteligencia artificial
Otra señal, y esta es clarísima, es la falta de empatía. Si alguien habla solo de sí mismo, te interrumpe sin pudor, minimiza tus experiencias o no muestra un interés real en lo que le contás, es muy probable que estés frente a alguien con una escasa consideración por los demás. La inteligencia artificial también sugiere que le prestes atención a cómo habla de terceros. Quien constantemente critica a personas que no están presentes o te revela información privada sin ningún tipo de pudor, seguramente no tendrá problema en hacer lo mismo con vos cuando no estés cerca. La confianza, por acá, brilla por su ausencia.
Además, la forma en que justifica sus errores o problemas puede ser increíblemente reveladora. Esas personas que jamás se hacen cargo de nada y siempre encuentran a otro culpable, incluso en las situaciones más simples del día a día, muestran una falta de responsabilidad emocional que la IA conecta directamente con conductas narcisistas o dañinas. Si siempre es culpa de los demás, corré.
Por último, y esto parece contradictorio pero la IA lo detectó, el uso excesivo de halagos o un intento forzado por agradar también puede ser una señal encubierta. Aunque te caiga bien que te tiren flores, si los elogios son desproporcionados, no tienen mucho sentido o parecen demasiado elaborados, pueden esconder intenciones manipuladoras. La inteligencia artificial detectó que esta es una estrategia muy común para bajar la guardia.
A pesar de que la Inteligencia Artificial no es una persona de carne y hueso que sale a la calle a interactuar, después de procesar millones de interacciones humanas, se ve que "se dio cuenta" de algunos patrones negativos. No es magia, es data.