Sustentable: cómo funciona el sistema de construcción que elimina el cemento

Linko, el sistema de construcción revolucionario que utiliza bloques encastrables y plástico reciclado en lugar de cemento.

01 de mayo, 2025 | 10.43

La construcción del futuro da un paso más hacia la innovación y la sostenibilidad. Expertos y empresas apuestan por soluciones que van más allá de lo tradicional y buscan ahorrar tiempo, reducir costos y minimizar el impacto ambiental. En este contexto, surgió una idea revolucionaria: el sistema Linko.

Linko es un sistema que permite levantar paredes sin cemento ni pegamentos. En su lugar, utiliza bloques que se encastran como si fueran parte de un juego. El funcionamiento es simple, pero efectivo: las piezas se unen entre sí con grapas hechas de plástico reciclado. El resultado es una pared resistente, reutilizable y lista en mucho menos tiempo.

Además, Linko despertó el interés de gobiernos y organizaciones no gubernamentales que ven en este sistema una solución viable para la construcción de viviendas en zonas vulnerables. Con su implementación, se espera no solo mejorar la calidad de vida de muchas comunidades, sino también fomentar un modelo de desarrollo más responsable y consciente del medio ambiente.

El inventor de este sistema, el joven australiano Keagan Howell, lo pensó como una alternativa rápida y económica para construir en lugares donde los recursos o la mano de obra son escasos. Linko no requiere personal altamente especializado, solo alguien que pueda seguir instrucciones básicas.

Ventajas del sistema Linko en comparación con el cemento

Una de las mayores ventajas de este invento es su velocidad. Al eliminar la espera del fraguado del cemento, se puede avanzar hasta un 40% más rápido que con los métodos tradicionales. Esto lo convierte en una opción ideal para obras urgentes o de gran escala.

Reduce un 40% el tiempo de obra y elimina emisiones de CO₂.

El sistema ya fue implementado en varios proyectos piloto en Australia y ha recibido elogios por su capacidad de adaptarse a diversas condiciones climáticas y geográficas. Con la creciente preocupación por el cambio climático, Linko se posiciona como una solución viable para construir de manera responsable y eficiente.

Pero el impacto de Linko va más allá de la rapidez y el ahorro de materiales. Al prescindir del uso del cemento, se evita la emisión de toneladas de dióxido de carbono. Además, el sistema reutiliza plástico reciclado, contribuyendo así a la economía circular y reduciendo la generación de residuos.

Linko no solo promete transformar la manera en que construimos, sino que también busca inspirar a futuras generaciones de arquitectos e ingenieros a adoptar prácticas más responsables. Con proyectos piloto ya en marcha en diversas partes del mundo, se espera que este sistema se convierta en un estándar en la construcción sostenible.

Otra ventaja de Linko es su versatilidad. Al no utilizar uniones permanentes, las paredes construidas con este sistema se pueden desmontar y reconfigurar según las necesidades. Esto lo convierte en una solución ideal para construcciones temporales, albergues de emergencia o espacios adaptables a situaciones cambiantes.

Es ideal para viviendas emergentes y proyectos de construcción sostenible.

Por último, el sistema Linko también mejora la eficiencia energética de las construcciones. Entre los ladrillos se pueden inyectar materiales aislantes, lo que mejora el rendimiento térmico y acústico de las edificaciones. Esto se traduce en casas más frescas en verano, más cálidas en invierno y un menor consumo energético.