El teleférico más alto del mundo queda en Latinoamérica: dónde es y qué se ve desde ahí

10 de agosto, 2025 | 09.00

El teleférico de Mérida, ubicado en los Andes venezolanos, es una verdadera maravilla de la ingeniería y uno de los atractivos turísticos más emblemáticos del país. 

Reconocido como el más alto y largo del mundo, conecta la ciudad de Mérida con el Pico Espejo, a casi 5.000 metros sobre el nivel del mar. Esta obra no solo permite acceder a paisajes impresionantes, sino que también representa un símbolo de desarrollo, historia y cultura para Venezuela.

Más allá de su récord mundial, el teleférico ofrece a sus visitantes la oportunidad de vivir una experiencia única: atravesar diferentes ecosistemas andinos mientras se disfruta de vistas panorámicas imponentes. Este viaje invita a conocer la biodiversidad y el modo de vida en alturas extremas, combinando aventura con aprendizaje.

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En este artículo, exploraremos la historia y evolución del teleférico, su impacto en el turismo venezolano, detalles técnicos sorprendentes y consejos para aprovechar al máximo esta travesía. Además, descubriremos los paisajes andinos y la vida que habita en lo alto.

Te invitamos a acompañarnos en este recorrido para conocer todo sobre el teleférico más alto del mundo y los majestuosos Andes de Venezuela.

Historia y Significado del Teleférico de Mérida

El teleférico de Mérida comenzó a construirse en 1956 y fue inaugurado oficialmente en 1960, convirtiéndose en una obra pionera en América Latina. Desde sus inicios, este sistema de transporte aéreo no solo buscaba facilitar el acceso a la cima del Pico Espejo, sino también impulsar el turismo y el desarrollo regional.

A lo largo de las décadas, el teleférico ha atravesado procesos de modernización y mejoras técnicas que lo mantienen como el más alto del mundo, con una altura máxima de 4.765 metros sobre el nivel del mar y una longitud de más de 12 kilómetros. 

Esta infraestructura representa un orgullo para Venezuela, ya que combina ingeniería avanzada con el respeto por el entorno natural.

El teleférico de Mérida es el más alto y largo del mundo.

Además, el teleférico es un símbolo cultural para la región andina, vinculando a las comunidades locales con el turismo y la preservación de su identidad. 

Para muchos visitantes, subir a bordo es más que un viaje: es una experiencia que conecta la historia, la naturaleza y la tecnología en un solo recorrido.

Impacto turístico y cultural del teleférico

El teleférico de Mérida ha sido un motor fundamental para el turismo en la región andina de Venezuela. 

Al ser el más alto y largo del mundo, atrae a visitantes nacionales e internacionales que buscan una experiencia única en plena naturaleza. 

Este atractivo turístico genera importantes ingresos económicos para la ciudad y las comunidades aledañas, impulsando hoteles, restaurantes y servicios relacionados.

Más allá del aspecto económico, el teleférico tiene un profundo impacto cultural. Funciona como un punto de encuentro entre turistas y habitantes locales, permitiendo el intercambio de tradiciones, gastronomía y artesanías. 

Además, promueve el orgullo regional al destacar la riqueza natural y cultural de los Andes venezolanos.

El teleférico también incentiva la educación ambiental, ya que durante el recorrido se pueden apreciar diversos ecosistemas y paisajes que motivan a los visitantes a valorar y proteger el medio ambiente. 

En resumen, esta infraestructura no solo conecta lugares geográficos, sino también a personas y culturas, fortaleciendo el sentido de comunidad y desarrollo sostenible.

Detalles técnicos y características del teleférico

El teleférico de Mérida destaca por ser una obra de ingeniería impresionante, con características únicas que lo posicionan como el más alto y largo del mundo. 

Cuenta con una extensión total de aproximadamente 12,5 kilómetros, divididos en cuatro secciones o tramos, que conectan la ciudad con el Pico Espejo, ubicado a 4.765 metros sobre el nivel del mar.

Cada sección del teleférico está diseñada para adaptarse a las variaciones del terreno y el clima andino, ofreciendo una experiencia segura y confortable. 

Las cabinas pueden transportar a varios pasajeros y cuentan con sistemas modernos para garantizar estabilidad y velocidad óptima durante el ascenso y descenso.

Subir en el teleférico es viajar por los paisajes de los Andes.

Entre sus características técnicas sobresalen las torres de soporte, que alcanzan alturas considerables para sortear las montañas, y un sistema de cables de alta resistencia que soporta condiciones extremas como fuertes vientos y bajas temperaturas.

Este teleférico no solo es un medio de transporte, sino también una atracción en sí misma, que permite a los viajeros disfrutar de vistas panorámicas excepcionales de los Andes venezolanos mientras ascienden a las alturas.

Consejos para aprovechar la experiencia del teleférico

Visitar el teleférico de Mérida es una aventura única que requiere algo de preparación para disfrutarla al máximo. Primero, es importante tener en cuenta el clima, que en las alturas puede ser frío y cambiante, por lo que se recomienda llevar ropa abrigada, gorro y guantes.

También es fundamental hidratarse bien antes y durante el recorrido, ya que la altitud puede afectar la respiración y causar mal de altura en algunas personas. Tomar descansos y subir con calma ayuda a prevenir molestias.

Vivir el teleférico de Mérida es conocer Venezuela desde las alturas.

El viaje completo puede durar alrededor de una hora y media, con paradas en cada estación que permiten apreciar distintos paisajes y ecosistemas. Por eso, vale la pena llevar una cámara para capturar las vistas espectaculares.

Por último, respetar las normas del teleférico y del parque nacional es clave para la conservación del entorno y la seguridad de todos los visitantes. Disfrutar con responsabilidad asegura que esta maravilla siga disponible para futuras generaciones.

Conclusión

El teleférico de Mérida es mucho más que un medio de transporte; es un emblema de la ingeniería venezolana y una ventana al esplendor natural de los Andes. 

Su récord mundial como el teleférico más alto y largo del planeta lo convierte en un destino imperdible para quienes buscan aventura, paisajes impresionantes y conexión con la cultura local.

Recorrer sus tramos permite descubrir la diversidad ecológica de la región, vivir una experiencia turística enriquecedora y valorar el esfuerzo humano para integrar tecnología y naturaleza. 

Además, el teleférico promueve el desarrollo sostenible y el turismo responsable, fundamentales para preservar esta maravilla para el futuro.

Si planeás visitar Venezuela, subir al teleférico de Mérida debe estar en tu lista. No solo conocerás un lugar único, sino que también formarás parte de una historia de innovación, cultura y amor por los Andes.

Te invitamos a seguir leyendo en El Destape para conocer más sobre destinos fascinantes y proyectos que resaltan el patrimonio natural y cultural latinoamericano.

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