En la previa a una nueva jornada del juicio que investiga la muerte de Diego Armando Maradona, realizaron un allanamiento en la Clínica Olivos -donde el Diez fue intervenido quirúrgicamente por un hematoma subdural- con el objetivo de secuestrar la historia clínica del astro luego de detectar la existencia de una serie de análisis clínicos que no estaban incluidos en los archivos que el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro tiene en su poder. El pedido fue realizado por los fiscales, tras los dichos del director del sanatorio Pablo Dimitroff.
Según indicaron los fiscales de la causa, existen archivos faltantes relacionados con la salud de Diego, entre las fechas 3 y 11 de noviembre del 2020; es decir, semanas antes del fatídico final. El procedimiento, avalado por los jueces del TOC N° 3, se dio durante la medianoche del martes y estuvo a cargo, según indicaron, de la Dirección de Cibercrimen de la Policía Bonaerense. Además de recolectar diversos archivos en soporte digital y documentación física, se entrevistaron con el médico a cargo, Juan Molinos; el gerente de la clínica, Pablo Castiello y el apoderado de Swiss Medical, Claudio Gabriel Ravinovich.
Los agentes incautaron un total de 279 fojas correspondientes a la historia clínica completa de Maradona, entre los que además se encuentran seis estudios de laboratorio y se suman cerca de 540 correos electrónicos que se enviaron entre los investigados y sospechosos en la causa.
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La solicitud de los fiscales, apoyada por los abogados querellantes y hasta de los defensores de Luque y Cosachov- se dio debido a que consideraron que hay pruebas que involucran a los señalados, pero que no fueron aportadas en la causa. Dicha determinación se dio después de los testimonios del director del sanatorio, Pablo Dimitroff, quien aportó un estudio prequirúrgico realizado antes de su operación de cabeza y que no constaban en el historial clínico.
Aquella presentación del estudio, además, dejó a la vista una contradicción: la semana pasada, el jefe de terapia intensiva de la Clínica Olivos, Fernando Villarejo, aseguró que Maradona fue enviado a cirugía sin que se le realizaran los análisis de rutina que le hacen a todos los pacientes antes de ingresar al quirófano. "Es prueba que involucra a los imputados. Este es el único modo en el que puede obtenerse esa prueba sin poner en riesgo el éxito en la búsqueda de la verdad", sostuvo el representante del Ministerio Público fiscal.
El último parte médico de Diego, contradice a la autopsia
Pocos minutos después de las 8 de la mañana, según se observa en los chats entre sus doctores, el enfermero Ricardo Almirón -uno de los principales imputados, junto a Leopoldo Luque y Agustina Cosachov- fue el encargado de enviar el último parte médico al grupo de WhatsApp. Según lo revelado ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro, en ningún momento notó los padecimientos de Diego o algún signo de alerta como señalaron los testigos que vieron el cuerpo.
"Buenos días, estimados. El paciente continúa descansando en buena forma, se rehusó a la ingesta de alimentos sólidos. Buena entrada de líquidos. Diuresis + catarsis. Saludos cordiales", escribió. El día anterior, por la noche, pasadas las 22 horas, Almirón también reportó que Maradona no quiso comer, quería seguir descansando y le hizo control de signos vitales. Según la cronología, hubo un cambio de turno y la enfermera Dahiana Madrid ingresó en su lugar. Casi una hora después, aseguró: "El paciente sigue descansando".
Luego de los dos últimos partes médicos, el chat grupal no mostró novedades. A las 12.42 fue Nancy Forlini, la coordinadora de la prepaga y acusada en la causa, quien escribió novedades urgentes. "Está yendo un móvil en código rojo. Refieren que lo están reanimando, no tengo más información", solicitó. Ninguno de los médicos que se encontraban en San Andrés, reanimando a Maradona, le contestó. Es decir, al menos cuatro horas antes de su muerte, sus médicos ni siquiera alertaban el estado en el que se encontraba.