A partir de la nulidad del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, decretada el pasado 29 de mayo por el escándalo del documental ilegal protagonizado por la jueza Julieta Makintach, que derivó en la suspensión del debate oral, el neurocirujano Leopoldo Luque, quien es considerado el principal imputado por su presunta responsabilidad en el fallecimiento del astro argentino, presentó una solicitud formal para que su caso sea evaluado por un jurado popular.
La petición la hizo ante el Tribunal en lo Criminal N.º 7 de San Isidro, sorteado recientemente para seguir con el proceso judicial cuando se renueve. El documento fue firmado por los abogados Mara Digiuni, Julio Rivas y Francisco Oneto, quienes lo representan actualmente y la solicitud se apoya en la normativa vigente en la provincia de Buenos Aires, que contempla la realización de juicios por jurados en causas donde la pena máxima supere los 15 años de prisión, como es el caso de la acusación de "homicidio simple con dolo eventual" que pesa sobre el médico.
En el escrito, los letrados aseguran que el delito imputado excede ese umbral de pena y por lo tanto, debe juzgarse bajo la modalidad de jurado popular. Citando el artículo 118 de la Constitución Nacional, que establece que todos los juicios criminales ordinarios deben resolverse de esta manera, los defensores remarcan que negarle esa posibilidad a Luque vulneraría sus derechos fundamentales.
Además, el equipo legal de Luque cuestiona las renuncias al juicio por jurados que algunos imputados habrían presentado anteriormente. Según sostienen, esas renuncias no fueron ratificadas de manera personal y formal ante un juez, como lo exige el artículo 22 bis del Código Procesal Penal bonaerense, por lo que deberían considerarse inválidas.
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El escrito también impugna la validez constitucional de ese mismo artículo, específicamente del párrafo que establece que si uno de los acusados renuncia al juicio por jurados, todos deben ser juzgados por jueces profesionales. Para la defensa del médico, esa norma contradice el espíritu de la Constitución y propone lo opuesto: que si al menos un imputado opta por jurado, todos deberían ser juzgados bajo ese formato.
Los abogados advirtieron que, de no prosperar el pedido, recurrirán a instancias superiores -incluida la Corte Suprema de la Nación-, en defensa de lo que consideran garantías constitucionales básicas como el debido proceso, el juez natural y el derecho a una defensa plena.
Juicio de Maradona: la Justicia sospecha que los demás jueces sabían del documental
Los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, quienes acompañaron en el tribunal a Julieta Makintach, aseguraron desde el principio no tener conocimiento sobre la filmación del documental ilegal. Más allá de esto, a los fiscales a cargo del expediente siempre les pareció extraño y las sospechas sobre los magistrados siempre estuvieron presentes.
Si bien no está confirmado, dado que Savarino y Di Tommaso niegan rotundamente su participación, un policía que estuvo como miembro de la seguridad del juicio en las primeras jornadas, aseguró que alertó y retó a un camarógrafo que intentaba grabar a escondidas el desarrollo del juicio. Y que de esa situación fueron puestos en conocimiento ambos jueces, que no intervinieron.
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Un segundo testimonio, de la secretaria Mariana Parbst, confirma indirectamente que la advertencia les llegó. Al ser consultada sobre qué hubiera hecho si ella hubiese visto al hombre de la cámara, respondió: "Se lo hubiera transmitido a los jueces. Tengo entendido que eso se hizo", afirmó Parbst ante la Justicia.
Inmediatamente después agregó: "Di Tommaso y Savarino me confirman que se les había transmitido esta información. A su vez, Savarino me dijo que ellos lo hablaron con la Dra. Makintach para que dé sus explicaciones en punto a la presencia de un camarógrafo no autorizado. Siempre el planteo fue ese, del documental nadie tenía idea", declaró.
"Ellos no ahondaron en las explicaciones de lo que hablaron con Makintach, solo me dijeron que le expresaron a la jueza que lo sucedido no estaba bien, y que ella les refirió que era algo de uso personal, casero. Desconozco el fondo de la charla. Que la Dra. Makintach lo hacía como un fin de comunicación, no sé si académico o para redes sociales, pero que era algo estrictamente personal. Aclaro que yo eso no lo escuche, sino que fue un comentario que me hicieron los propios jueces", añadió.
En este marco, para los fiscales de la causa el relato de la testigo indica que los otros dos jueces a cargo del juicio por la muerte de Maradona tenían información sobre las cámaras infiltradas, aunque no sobre la filmación del documental en su conjunto. Resta determinar qué tanto conocían sobre la polémica.