Los árboles son fundamentales en la naturaleza porque purifican el aire, promueven suelos fértiles y evitan que la erosión. No sólo están presentes en las casas, sino también en las veredas de la ciudad y el conurbano bonaerense. Estas plantas arboreas también brindan su sombra en verano, lo que ayuda a sobrellevar las altas temperaturas durante el verano y dan un aire fresco al ambiente en general.
Sin embargo, hay ocasiones en la que los árboles no llegan en óptimas condiciones a las estaciones donde se eleva la temperatura, ya que requieren de cuidados y muchas veces se plantan especies en ambientes incorrectos. Por ejemplo, plantarlos en lugares áridos implica dificultades para mantenerlos con vida porque no todos resisten a la sequía, pero hay uno que puede hacerlo.
¿Cuál es el árbol que resiste a la sequía?
Se trata del palo borracho (Ceiba speciosa). Un árbol nativo del noreste de Argentina, conocido por su característico tronco verde, en forma de botella y cubierto de espinas, que le ayuda a almacenar agua, por lo cual resiste a las sequías.
En otoño, este árbol de gran porte se viste de flores rosadas o blancas muy vistosas, y sus frutos liberan una fibra algodonosa llamada paina, que se usó antiguamente para rellenos.
Este árbol es originario de Sudamérica y se distribuye en Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia. Puede crecer con rapidez y se adapta a suelos pobres en climas templados.
¿Cómo es el palo borracho?
El palo borracho es un árbol de gran porte, puede medir de 12 a 18 metros. Tiene una copa globosa, algo extendida, tronco engrosado y corteza verde amarronada, sobre la que se observan espinas en forma de aguijones. Sus hojas son palmaticompuestas, similares a la “palma de una mano”, y se tornan amarillas en el otoño, ya que es una especie de hábito caducifolio.
Además, presenta una floración profusa y vistosa a fines de verano y otoño. Sus flores son copiosas, terminales, de color rosado intenso con centro amarillo y manchas en sus pétalos, y suave perfume que atrae insectos y pájaros.
Las flores de cinco pétalos con el centro blanco cremoso y rosa en la zona distal miden 10-15 cm de diámetro y su forma recuerda al hibisco. Otra especie tiene flores blancas o amarillas, también conocido como Yuchán. Su néctar es muy atractivo para los colibríes así como para las mariposas monarca que la polinizan. Florece de enero a mayo en el hemisferio sur, en lo alto de su copa globosa o algo aparasolada.