El Tribunal Oral Federal N° 3 de Rosario condenó este viernes a los integrantes de una organización criminal señalada por organizar secuestros extorsivos a empresarios en las localidades de Rosario, Villa Ramallo y San Nicolás. Claudio Daniel Coto (64 años), fue condenado por ser considerado el "jefe" de la banda, que recibió una pena de 19 años y 6 meses de prisión.
Junto a él recibieron condena Emiliano Andrés Acuña (39) y Sebastián Ezequiel Pugliese (47), quienes ejercían el rol de "soldados" en el grupo, penalizados a 14 años de prisión cada uno. También condenaron a Silvia Beatriz López (44 años) y Nicolás Santabaya (32), quiénes se ocuparían de la inteligencia y la logística de los delitos, que tendrán 5 años tras las rejas, aparte de Néstor Santabaya (61), catalogado como el "jefe operativo" de los secuestros, que recibió 17 años y medio de prisión. La sentencia llegó a partir de una extensa investigación que permitió desarticular a una banda con estructura, jerarquía y logística propias de una fuerza de seguridad paralela.
Durante el juicio oral, el fiscal general Reynares Solari, junto a otros funcionarios del Ministerio Público Fiscal, sostuvo que Coto lideró una empresa delictiva que actuó entre 2021 y 2023, con tareas distribuidas entre los distintos miembros del grupo.
La investigación, encabezada por los fiscales Javier Arzubi Calvo, Matías Di Lello y Santiago Marquevich, con la colaboración del Departamento Antisecuestros Norte de la Policía Federal Argentina, permitió descubrir cómo la banda criminal seleccionaba víctimas de alto poder adquisitivo, alquilaba casas para mantenerlas cautivas, usaba vehículos con patentes falsas y usaba teléfonos analógicos para evitar rastreos. Incluso revelaron el uso de un distorsionador de voz, lo que demuestra el nivel de sofisticación del grupo. "No se trata de hechos aislados: estamos frente a una organización criminal jerarquizada y persistente en el tiempo", afirmó el fiscal Solari en su alegato final.
Los secuestros que estremecieron a Rosario y Villa Ramallo
De acuerdo a la investigación, el primer secuestro ocurrió el 24 de enero de 2023 en Villa Ramallo y tuvo como víctima al hijo de un reconocido empresario local. Los delincuentes simularon un operativo policial, interceptaron a la víctima y la trasladaron a una vivienda en San Nicolás donde exigieron un rescate de un millón de dólares. Tras una negociación que incluyó varios traslados y mensajes cifrados, el familiar pagó 580 mil dólares y el joven fue liberado al día siguiente en las inmediaciones de Theobald, Santa Fe.
Semanas después, el grupo intentó secuestrar a la esposa y al hijo del empresario farmacéutico Roberto Zórzoli en el edificio Torre Aqualina, uno de los más exclusivos de Rosario. El primer intento, el 5 de octubre de 2023, habría fracasado por una torpeza logística: la camioneta utilizada quedó atascada en el portón del garaje. Sin embargo, cinco días más tarde, los delincuentes lograron su cometido: ingresaron a la cochera, redujeron a las víctimas y las trasladaron hasta San Nicolás, donde permanecieron cautivas durante todo el día.
El empresario recibió mensajes de WhatsApp en los que le exigían 3 millones de dólares por la liberación de su esposa e hijo. Finalmente, ambos fueron liberados sin que se concretara el pago del rescate, en un camino rural de Campo Salles. Para los fiscales, la Trafic blanca usada en este hecho fue la misma que, semanas después, se empleó en un robo millonario a una financiera en el microcentro porteño, lo que terminó de exponer el alcance nacional de la organización.