"Heidi", una joven de 24 años acusada de ser "viuda negra" que usaba ese nombre como única identidad, intentó escapar Argentina para evitar ser detenida. Su destino era Bolivia, pero la interceptaron en el puesto migratorio en Jujuy.
La detención de la mujer colombiana se produjo a raíz de una investigación de la Policía de la Ciudad. La imputada estaba acusada de haber sedado y robado a un hombre al que conoció en Badoo. El episodio que la llevó a la detención ocurrió el 13 de julio, cuando contactó a su víctima, un hombre de 37 años llamado R.E., a través de la app de citas.
Tras intercambiar mensajes, acordaron encontrarse en una pizzería cercana al domicilio de R.E., aunque el plan de Heidi no era conocerse, sino drogarlo y robarle. Luego de la reunión, ambos terminaron en la casa de la víctima donde compartieron bebidas alcohólicas. Cuando R.E. se quedó dormido, Heidi aprovechó para sustraerle joyas de oro, su teléfono, dólares, pesos, una notebook, perfumes árabes y documentación, incluyendo el carnet del club de fútbol del que era socio.
La investigación quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°40, con el juez Pablo de Simoni a cargo. La División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad se encargó de identificar a Heidi y, tras un allanamiento en su vivienda once días después del robo, encontraron objetos pertenecientes a la víctima, aunque ella ya no estaba allí.
Con la orden de captura vigente, las autoridades lograron ubicarla el 30 de julio cuando intentaba cruzar hacia Bolivia por el paso fronterizo "La Quiaca-Villazón". Al momento de los trámites migratorios, personal de Gendarmería la detuvo por el pedido de captura activo.
Tras su arresto en la Comisaría 17 de La Quiaca, la trasladaron a Buenos Aires para que comparezca ante el juez. Heidi llegó en los primeros días de agosto al Aeroparque Jorge Newbery y desde entonces permanece detenida a la espera de que se esclarezca su posible participación en los otros siete ataques similares que se investigan.
¿Cuál es la sospecha de los investigadores?
Lo que hace su caso aún más llamativo es que las autoridades sospechan que no actuó sola ni fue su único golpe: creen que participó en al menos ocho robos similares y que formaba parte de una banda que, además de joyas y dinero, se llevaba los carnets de socio de clubes de fútbol como River, Independiente, Huracán y Racing, junto con las tarjetas SUBE de sus víctimas.