En la primera audiencia del juicio contra Guillermo Germán Berjeli, acusado de asesinar a su marido Rodolfo Aquiles Guzmán Jaque, el podólogo se sentó ante el Tribunal y confirmó lo que las imágenes de las cámaras de seguridad habían tomado. Aseguró haber llevado de su casa suero fisiológico “bendecido por un cura” y haber manipulado los sueros que le ponían en el Sanatorio Otamendi a su esposo. “No sé si alguna vez me vieron sacando el suero, pero no era nada malo. Además, yo me ponía el líquido en las manos y le mojaba así las piernas, los pies, los brazos”, relató Berjeli ante el Tribunal.
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Ante la Justicia, Berjeli dijo que era inocente y que nunca alteró ningún tipo de medicación que tomara su cónyuge, de quien aseguró que tomaba estupefacientes y bebidas alcohólicas en grandes cantidades pero que no había querido decirlo antes para “no hablar mal de un muerto”. En su declaración, el podólogo acusado de homicidio cuadruplemente agravado, dijo que la decisión de cremar el cuerpo de Guzmán Jaque fue tomada por la mamá y que él no estuvo de acuerdo con esa medida, aunque ello después fue desmentido por un hermano de la víctima. Berjeli también aseguró que el dinero del seguro de vida lo cobró porque la mamá de Guzmán Jaque no tenía cuenta bancaria en Argentina y aseguró que le transfirió el dinero poco después. Además, desmintió que hubiera hecho algo contra su pareja en busca de un rédito económico ya que “siempre viví bien y tuve dinero”.
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En la misma jornada de juicio también declaró el hermano de la víctima, quien desmintió parte del relato de Berjeli y cuestionó sus afirmaciones. El hermano de Guzmán Jaque le contó al Tribunal que conoció al podólogo cuando viajó desde Chile a la Argentina tras enterarse de la muerte de su hermano. Según explicó, su madre y su hermano vivían en Argentina porque la jubilación de la mujer les daba mejor calidad de vida y su hermano empezó a enfermar y a empeorar a fines de 2019. Esa fecha coincide con los primeros problemas de salud de Guzmán Jaque notificados por los médicos y luego dan paso a la internación, en enero de 2020. El hermano de la víctima contó que su madre no decidió nada con respecto a un velatorio de dos horas y la posterior cremación del cuerpo de Guzmán Jaque y aseguró que todo se hizo tan rápido que no le permitió a familiares y amigos de Chile llegar a la despedida.
“Después de la ceremonia, escuché a Germán discutiendo con mi mamá, diciéndole que ya tenía todo resuelto para hacer uso de los bienes que mi hermano tenía en Chile”, le contó el hombre al Tribunal y aseguró: “Me pareció algo extraño que, frente a la muerte, estuviera preocupado de los bienes y no se mostrara acongojado”, explicó. El hermano de Guzmán Jaque expuso ante el Tribunal nuevamente la teoría económica del caso y las sospechas de que Berjeli asesinó a su cónyuge para quedarse con la herencia.
En la misma audiencia declaró la Jefa de Terapia Intensiva del Sanatorio Anchorena, quien explicó que los videos llegaron 15 o 20 días después del fallecimiento de Guzmán Jaque y que los pidieron porque habían notado anormalidades en el suero y con esas imágenes descubrieron la manipulación. Según explicó, la víctima llegó al Sanatorio con un cuadro de “acidosis metabólica severa, trastornos del habla, inestabilidad en la marcha y la postura e insuficiencia renal aguda” y, en principio, presentó una mejoría a los tratamientos pero luego repitió el cuadro y terminó muriendo el 12 de enero de 2020. La mujer explicó que fue una enfermera quien notó que los rótulos del suero no eran los que le habían colocado y que esa situación se repitió, lo que los llevó a pedir las cámaras de seguridad.
Según denunciaron, el cuadro era compatible con una intoxicación por metanol o etilenglicol, dos alcoholes que se utilizan en solventes, anticongelantes o en cosméticos. Además, la Jefa de Terapia Intensiva del Sanatorio Anchorena explicó que el etilenglicol es un líquido incoloro “con un gusto dulce, que se absorbe y se metaboliza muy fácil”. Esa línea es la que utilizó el Fiscal Pablo Recchini durante la investigación y la que ahora utiliza el fiscal general Juan Manuel Fernández Buzzi durante el juicio. Guillermo Germán Berjeli se había casado con Roberto Aquiles Guzmán Jaque en septiembre de 2019. Tres meses más tarde, en diciembre de 2019, la víctima tuvo su primera descompensación y murió en enero de 2020. Para los investigadores, el podólogo envenenó a su cónyuge y cremó el cuerpo para no ser detectado. La falta del cuerpo y la posibilidad de realizar la autopsia complicó la investigación aunque con las pruebas que lograron obtener, el podólogo German Berjeli podría ser condenado a perpetua