El caso del odontólogo de La Plata Ricardo Barreda conmocionó a la sociedad argentina en la década de los '90 y hoy los cuatro femicidios que cometió son de los más recordados del país. ¿Quiénes son las mujeres a las que asesinó?
Los femicidios de Barreda: quiénes son las mujeres a las que asesinó
El 15 de noviembre de 1992, en una casona familiar ubicada en la ciudad de La Plata, el odontólogo Ricardo Barreda asesinó con una escopeta a su suegra Elena Arreche, de 86 años; su esposa, Gladys "Beba" McDonald, de 57; y a sus hijas Adriana, de 24 años, y Cecilia, de 26, quienes eran odontóloga y abogada, respectivamente. Las vidas de estas cuatro mujeres quedaron marcadas por la violencia de un padre, esposo y yerno que, lejos de cuidarlas, terminó convirtiéndose en uno de los femicidas más famosos.
A pesar de que los femicidios son de los más recordados de la historia argentina, se conoció muy poca información sobre sus vidas personales, ya que la atención estuvo siempre en la figura de Barreda. Sin embargo, amigas de Adriana y Cecilia revelaron detalles sobre cómo era la relación con su padre y lo describieron como “baboso y mano larga”.
En su declaración, el odontólogo aseguró que las mujeres de su familia lo humillaban y lo apodaban "Conchita". Según él, el detonante habría sido una discusión en la que lo descalificaron, aunque con los años la teoría de la emoción violenta fue reemplazada por la hipótesis de una planificación previa. A esto se sumó la revelación de sus amantes, tenía al menos seis, y el testimonio de allegados que apuntaron a tensiones en el hogar.
Cómo fue el cuádruple femicidio que cometió Ricardo Barreda
El “caso Barreda” es uno de los más conocidos e impactantes de la Argentina. El odontólogo platense asesinó un domingo de 1992 a su esposa, su suegra y sus dos hijas con una escopeta. Intentó hacer pasar el crimen como un robo por lo que desacomodó los muebles de la casa y tiró papeles. Tomó su auto y se deshizo de los cartuchos arrojándolos en una boca de tormenta y de la escopeta en un canal en un lugar cercano a Punta Lara, Ensenada. Luego fue al zoológico, al cementerio y más tarde a un hotel alojamiento con su amante, Hilda Bono.
Al regresar a medianoche a su casa, llamó a un servicio de ambulancias y tranquilo contó la historia del robo. Sin embargo, la investigación lo desenmascaró y fue condenado a prisión perpetua en 1995. En 2008 obtuvo el privilegio de prisión domiciliaria y en 2011 la Sala I de la Cámara Penal de La Plata le otorgó la libertad condicional al considerar el tiempo transcurrido en prisión "excedía" el de la condena impuesta.
Finalmente, falleció el 25 de mayo de 2020, a sus 83 años. Barreda tenía Alzheimer y se encontraba en un geriátrico del partido bonaerense de General San Martín.